De fabricar juguetes a ser expertos en construcción sustentable de domos geodésicos

Son rosarinos y llegaron con su emprendimiento a todo el país e inclusive al exterior. Ahora instalados en Funes montaron su propia escuela y apuestan por nuevos diseños 

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La idea de volcarse a la construcción sustentable fue a raíz de un pedido irrechazable. Sucede que Martín Depiante, fabricaba juguetes en Capilla del Monte y un día una clienta le propuso construir un domo geodésico para un complejo de cabañas. Por aquel entonces, siete años atrás, estas estructuras no estaban muy vistas por lo que el desafío de capacitarse fue mayor. Ese fue el puntapié para montar un emprendimiento familiar que hoy tiene base en Funes pero que llega a todo el país y hasta tuvo su paso por Brasil.  

El domo geodésico es una semiesfera estructurada con triángulos. Estas cúpulas son muy funcionales, amigables con el medioambiente y se emplean para diversos usos. Debido a su forma, tienen una acústica particular, donde cualquier sonido se refleja creando una atmósfera singular. Además, permiten que el aire y la energía circulen sin obstáculos, ya que son cóncavos hacia abajo. Eso implica un ahorro de hasta de un 40% en energía para calefaccionarlos o enfriarlos.  

“Construimos domos para invernaderos, centros de yoga y meditación, como espacios de trabajo o juego y para glamping que es una forma de hotelería. Es increíble ver la cara de asombro de cada persona al ver nuestros trabajos, muchos me han dicho que era como en sus sueños”, explica a Ecos365 Martín ideador de Tierra Geodésica y agrega que su interés se incrementó debido a la conexión con el mundo holístico. 

“Cuando descubrí estas estructuras me hizo sentir que algo ahí me hacía muy bien. Algo en esa figura resonaba dentro mío. La idea de empezar a hacer esas cabañas era un desafío hermoso, con el que podía ayudar en algún plano a que las personas encontraran armonía”, comenta el emprendedor. 

La estructura del domo se hace con madera de pino por ser fuerte e indeformable

Carpintero de oficio, egresado de una escuela técnica en Rosario, en su formación también tiene un recorrido como reikista. Junto a su compañera de vida se aventuraron en compartir el aprendizaje que los volvió expertos en construcciones sustentables. Es por esto que además de ser fabricantes de estas alternativas que comercializan por todo el país, crearon una escuela para capacitar personas en la materia.  

El objetivo de la pareja es allanarles el camino a quienes lo elijan como una salida laboral o para quienes busquen montar su propio proyecto. Si bien desde hace dos años están instalados en la localidad vecina de Funes, la idea de ofrecer talleres ya la habían experimentado en el 2017 en Brasil. Llegaron a Itapema sin saber hablar portugués. La mejor herramienta que encontraron para difundir las técnicas y brindar asesoramiento fue a través del diseño 3D.  

“Al principio pensé que todo el mundo entendía de formas geométricas y fórmulas matemáticas porque para mí era algo habitual. Si bien ahora existen calculadoras de domos, para explicarlo de forma práctica nos apoyamos mucho en el diseño digital”, detalla Depiante y anticipa que los planes a futuro son sumar nuevas estructuras y abrir un espacio para exhibir todas las opciones.  

Qué materiales lleva y cuánto sale un domo geodésico  

Según señalan desde Tierra Geodésica, si bien se pueden construir de varios tamaños, a modo de referencia un domo de 6 metros de diámetro con 105 triángulos que lo componen tiene un valor de $2.000.000 y se puede montar en un día. Vale destacar que a la cantidad de triángulos de la esfera se la denomina “Frecuencia”. A medida que se requieren estructuras de mayor porte, se va aumentando la frecuencia.  

En cuanto a los materiales son estandarizados. La estructura se hace con madera de pino por ser fuerte e indeformable. Se ensambla a través de la conexión good karma, una técnica que permite unir las aristas del domo sin conectores dandolé mayor resistencia y solidez.  

El revestimiento externo se hace con una placa ecológica fabricada a través del reciclado de envases tipo "Tetra Brik", mientras que la juntas son selladas con poliuretano. En el interior, se utilizan placas de madera o las mismas placas ecológicas con una terminación más acabada. Además, se incorpora celulosa proyectada a modo de aislante, otro elemento sustentable y retardador de llamas.  

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