Científicas de la Universidad Nacional de Rosario están detrás de un novedoso test que podría ayudar en los tratamientos de fertilidad asistida. Es que a partir de su desarrollo, se podrá medir la calidad del semen en hombres con parámetros normales para conocer si algún factor externo está incidiendo en su desempeño. Según las investigadores, esto permitirá contar con un diagnóstico más certero para brindarle a las parejas que buscan tener un hijo.

"Hoy en día hay muchas herramientas que investigan la capacidad reproductiva de una mujer pero no tantas en lo que refiere hombres. Lo que termina pasando es que los pacientes se suelen exponer a diferentes tratamientos por no tener una evaluación detallada de la fertilidad masculina", indicó a Ecos365 Silvana Spinelli, biotecnóloga, doctora en Ciencias Biológicas y experta en Biología Molecular.

Esto la llevó a investigar a una serie de moléculas específicas, para evaluar si las mismas podían servir como biomarcadores a la hora de identificar la calidad espermática. Los estudios fueron realizados junto con la bioquímica y doctora en Ciencias Biológicas, Karina Calvo con quien, finalmente, consiguió los primeros resultados que evidenciaron la efectividad de las mismas en dicho proceso.

Optimización

Según explicó Calvo a Ecos365, la Ley de Fertilidad le posibilitó a muchas parejas acceder a los métodos de reproducción asistida. A partir de las mismas, explicó que las prepagas y obras sociales pasaron a cubrir tres tratamientos de alta complejidad por lo que el foco está puesto en ayudar a optimizarlos ya que tienen costos que son muy difíciles de afrontar de manera individual.

"Apuntamos con este test a aquellos pacientes a los que el espermograma les da normal, pero que por alguna causa no logran embarazar a sus parejas. Esto hoy en día tiene el nombre de 'fertilidad masculina inexplicada' porque la forma de diagnosticar hombres infértiles es cuando hay alteraciones en el espermograma, pero muchas veces no son ven alteraciones en el mismo ya que los motivos están más ocultos", explicó Spinelli.

A partir de una serie de controles, la biotecnóloga indicó que encontraron unas moléculas asociadas al estrés global que están aumentadas en el semen de los hombres que encajan en dichos parámetros. Las pruebas les permitieron evaluar que la presencia de estos componentes dificulta los tratamientos de fertilidad asistida.

"Ahora queremos usar este descubrimiento para desarrollar un test con la capacidad de clasificar las muestras y avanzar en los diagnósticos. La idea es que el test nos permita generar algo así como un 'score' para medir qué tan efectivo es el semen de la muestra a la hora de usarlo en tratamientos. Así, las parejas van a contar con un panorama un poco más claro", señaló Spinelli.

En este sentido, hizo referencia a la subfertilidad, que estaría dada por "factores transitorios". Uno de estos, según la científica, es el consumo prolongado de cannabis, que al no provocar una esterilidad "es factible de ser revertida", si la persona cambia sus hábitos.  "De esta forma, se le puede pedir al paciente que haga algunas modificaciones en sus hábitos y repetir el test a los dos meses para ver si su 'score' mejoró o si sigue igual, y en este último caso explorar causas más profundas", sostuvo Spinelli.

Manos a la obra

Hoy por hoy, los marcadores que se pasarían a utilizar en el test no están ajustados para que sean lo tan sensibles y específicos que se necesita a la hora de medir la calidad del semen. Es por esto que el equipo necesita dedicarse a mejorar el proceso para que sea más efectivo. A partir de un subsidio gestionado por el Gobierno provincial, a través de la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación, consiguieron un financiamiento de $900 mil para avanzar en el desarrollo.

"Hoy en día la evaluación de la fertilidad masculina es muy limitada y no tenemos muchas más pruebas para hacer una clasificación de la misma, por eso es muy importante lo que estamos proponiendo ya que además permite readecuar los tratamientos que vengan después, según las necesidades. Muchas parejas vienen de seis, siete intentos fallidos y eso tiene un costo emocional muy fuerte", indicaron las científicas.

El equipo científico está radicado en las instalaciones en el Instituto de Inmunología Clínica y Experimental de Rosario. A su vez,  las investigaciones ligadas a los experimentos se realizaron en el IDICER, dependiente de la Facultad de Ciencias Médicas y el Conicet, y las muestras se llevaron a cabo en el centro médico PROAR.