Lionel Messi hace uno, dos, tres goles por partido en Barcelona, apila rivales, construye paredes con sus compañeros y demuestra porqué es el mejor jugador del mundo. En Argentina, aunque es figura y referente, brilla menos y todo le cuesta más.

A contramano de quienes cuestionan a La Pulga, con el argumento poco sostenible de que no siente la camiseta o no tiene las mismas ganas aquí que allá, un usuario de Youtube comparó dos jugadas similares con resultados muy distintos.

El Messi con la camisete albiceleste busca asociarse con un compañero en el partido ante Perú pero recibe un ladrillo. En cambio, con Barcelona y ante la Juventus, arma un pared precisa con Luis Suárez y supera la resistencia de Gianluigi Buffon.