Era un clásico, pero no quedó en la historia por ello. Lo ganó el Barcelona, pero tampoco fue lo importante. El 16 de octubre de 2004, hace 20 años, debutaba en la primera división Lionel Andrés Messi. Y su club lo recordó con un video, despojado de emotividad, pero repleto de añoranzas. 

Fue en un encuentro de Liga disputado en el Estadio Lluís Companys contra el RCD Espanyol. Entonces, con el dorsal 30, entró desde el banco en sustitución de Deco, autor del gol del triunfo culé por 1 a 0. Era el minuto 82 y con 17 años, 3 meses y 22 días, el rosarino firmaba su primera presencia oficial con la camiseta azulgrana.

El debut de Messi marcó el comienzo de una era dorada para el Barsa y para el fútbol en general. Con el tiempo, el 10 no solo se convertiría en el máximo goleador del club, sino en un referente mundial. Sus seis Balones de Oro, múltiples títulos de La Liga, Champions League y su estilo de juego único revolucionaron la forma en que se entendía el fútbol.

A lo largo de sus 17 años en el Barcelona, Messi no solo dejó un legado de títulos y récords, sino una conexión profunda con los aficionados del Camp Nou y con seguidores de todo el mundo.

Messi ya había tenido algunos minutos con el primer equipo, el 16 de noviembre de 2003, cuando en partido amistoso el Barsa jugó frente al FC Porto como parte de las fiestas por la inauguración del Estádio do Dragao. Pero el 16 de octubre de 2004 quedó oficialmente en la historia.