El Sea Forest Waterway, situado en la bahía de Tokio y que albergará los eventos de piragüismo y remo de los Juegos de Tokio, estaba listo antes de lo previsto. Sin embargo, comenzaron a aparecer miles de ostras. 

Un gran número se había adherido a las estructuras flotantes destinadas a contrarrestrar el movimiento de las olas. Hasta el momento, el gobierno japonés ya gastó 1,8 millones de yenes.

Estos moluscos fueron descubiertos cuando funcionarios desconcertados comenzaron a investigar por qué esos equipos habían comenzado a hundirse.

Debido a este problema, la estructura tuvo que ser desplegada en un ser arrastrada a tierra y reparada, mientras que la otra parte fue limpiada. En total, los organizadores retiraron 14 toneladas de ostras.

Cabe destacar que el Sea Forest Waterway es el único centro de remo estándar internacional en todo el país y fue elegido como una de las principales sedes olímpicas. Lo cierto es que ahora las reparaciones de emergencia, tras la invasión de ostras ha costado $1,28 millones.

Pero no se trataba de unas ostras cualquiera. Los funcionarios descubrieron que eran de la variedad magaki, un manjar muy popular durante el invierno en Japón.

Las autoridades locales evalúan encontrar una solución a largo plazo para el problema con las ostras, una vez que terminen las Juegos Olímpicos, cuyo mantenimiento costará unos US$1,5 millones, según publicó RT.