Si hay un jugador que en los últimos tiempos es sinónimo de la selección argentina de voley, ése es Sebastián Solé. Hace más de 10 años, su nombre figura en cada convocatoria nacional. Los entrenadores fueron cambiando pero él siempre está.
Primero, Javier Weber; luego, Julio Velasco y actualmente Marcelo Méndez lo incluyeron en cada lista que confeccionaron para cualquier tipo de torneo en que el seleccionado haya participado. Y no es para menos: el central rosarino siempre se mantuvo en la elite.
Debutó en Sonder de nuestra ciudad, pasó al poderoso Bolívar y dió el gran salto: Taubaté de la Superliga brasilera y luego la liga italiana. Jugó en Trentino y actualmente milita en el Perugia.
"En este momento me siento muy bien. Vengo de jugar en la liga italiana que para mí es la más competitiva del mundo. Vengo de hacer un buen campeonato (fue subcampeón) y realmente me siento muy bien", dijo en charla con Rosario3.
Y agregó: "Cuando arranqué a jugar en la liga argentina había grandes jugadores. Y otros que estaban en Treviso o algún otro equipo de la liga italiana a la que parecía imposible de llegar y ahora ya disputé mi séptima liga ahí. Mantenerme en ese nivel es algo muy lindo".
El central empezó a palpitar lo que será su tercera experiencia en Juegos Olímpicos (estuvo en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016): "Estoy muy contento porque cada Juego fue un mundo aparte. Y estos también serán especiales por el contexto, estamos en medio de un gran quilombo mundial (sic). Ojalá lo podamos disfrutar nosotros y también la gente que va a estar en su casa mirándonos y espero que les podamos dar una alegría".
A punto de cumplir 30 años, Seba Solé ya se convirtió en un símbolo albiceleste: "La edad tiene mucho que ver. Londres 2012 fue como una sorpresa para mí. Yo era muy chico (tenía apenas 21 años) y por ahí como que no estaba preparado, ya en Río tenía mucha más experiencia y un par de temporadas en el exterior y tuve más protagonismo. Ahora tenemos un equipo afianzado que más allá de no haber logrado títulos, siempre está ahí arriba en la pelea. Eso no es fácil, este es un grupo de jóvenes que lo logró y aún tiene mucho para dar." dijo esperanzado.
Y siguió en la misma sintonía: "El sueño de colgarnos una medalla para nosotros siempre está y sabemos que es difícil pero no imposible".
El grupo de la muerte
En Tokio, la selección argentina compartirá zona con Rusia, Brasil, Francia, Túnez y Estados Unidos. Todos rivales de fuste. Los mejores cuatro del grupo avanzarán a los cuartos de final.
La dificultad del fixture es evidente para Seba: "Es durísimo. Pero sabemos que los Juegos son así. En Río también teníamos un grupo durísimo y lo ganamos pero después en el cruce nos tocó Brasil que no había hecho una buena primera fase. Luego fue el campeón y además estaba en su casa. Siempre tuvimos esa 'queridísima' suerte de cruzarnos con el más fuerte, pero esto es así: si querés lograr algo tenés que tratar de ganarle a los mejores. Y nosotros en Río estuvimos muy cerca".
El central argentino encontró el lado positivo de enfrentar a Brasil en la primera rueda (jugará en la 2°fecha): "En los dos últimos Juegos nos eliminaron en cuartos de final. Ahora 'esa mala experiencia' ya la sacamos de arranque. Son pocos partidos y si el equipo está bien nunca se sabe. Primero hay que tratar de clasificar a cuartos. Ese partido de cuartos de final es clave porque sabemos que si ganás pasás a jugar por medallas. Eso nos motiva porque nos dá más chances" explicó el rosarino.
"Ojalá esta vez nos toque. Lo merecemos. Venimos muy de abajo peleándola. Y si yo estoy acá laburando y preparándome es porque confío en este grupo y sé que se puede, siempre se puede. Vamos a darlo todo" cerró. Optimismo hay. Material también. En Tokyo podrán demostrarlo.
Lo especial de los Juegos
La máxima cita del deporte mundial, además de la competencia en sí, suele dejar lindas anécdotas y el propio Solé contó una de ellas: "En Londres estábamos con los chicos en el comedor y una "chica" nos pidió cambio de pines (que es algo que se estila mucho en los Juegos, cada atleta le da a otro un pin de su país de origen) y justo ese día no teníamos, no pudimos cambiarlo y nos quedamos sin el recuerdo. Esa "chica" era Serena Williams. Nos quedamos con una bronca... Pero bueno esas cosas de ver tantas estrellas mundiales te pasan seguido. Eso se vive así".
Velasco, un gran maestro
Una verdadera leyenda del voley mundial es el argentino Julio Velasco, quien antes de ser entrenador de la selección nacional (entre 2014 y 2019 incluyendo los juegos de Río 2016) tuvo un exitosísimo paso por Italia. Solé lo describió así: "Velasco tuvo una carrera increíble. Hay cosas que nos enseñó que nos quedan para siempre. Él tiene una mentalidad muy abierta y es muy inteligente. Nos dió cosas que a nosotros nos faltaban. Después cada uno saca sus cosas positivas y negativas de él. Pero sin dudas haber tenido a semejante referente a nivel mundial nos dio poder y nos hizo agarrar confianza".
Seba aprovechó el momento y también llenó de elogios al actual DT: "Méndez es un muy buen entrenador que tiene una manera de trabajar que nos hace sentir muy cómodos".
La importancia de la familia
Hace algunos años, Seba Solé era junto a Facundo Conte y algún otro jugador, uno de los preferidos y más solicitados entre los fanáticos y las fanáticas de la selección. Despertaba suspiros, le pedían fotos, autógrafos y hasta hicieron banderas con su imagen.
En su momento lo disfrutó mucho, aunque ahora parece estar al margen de eso por un motivo muy especial: "Alguna vez fui joven jajaj. Estoy contento de lo que pude haber provocado en otra persona pero ahora estoy muy lejos de eso. Formé una familia hermosa. Uno a veces piensa en sueños deportivos pero no los otros y la verdad es que nunca me imaginé cruzarme una mujer del estilo de ella (su esposa Stefanía), que es una mujer de fierro, de oro. Es una mamá increíble, bondadosa, divertida. Esos sí son logros lindos que me dio la vida. Tenemos una hija hermosa (Cala Luna) y ahora estamos esperando al hermanito. Tengo mucha suerte de haber formado esta familia" dijo orgulloso.
Y en relación a eso abundó: "Tuve la suerte de que siempre mi familia me acompañó y me apoyó en lo que yo elegí sin meterme presión, tanto mis viejos como mis hermanos. Siempre me han ido a ver hasta el lugar más lejano. Todo eso que me dio mi familia me ayudó a mí a tener hoy está familia hermosa que tengo".