La victoria de Newell’s ante Palestino en la penúltima fecha de la Copa Sudamericana ablandó al rígido técnico rojinegro. Por un instante se olvidó de sus frases de ocasión, las que utiliza para sacarse de encima las preguntas que no quiere contestar y tiró un par de títulos: “Yo me enamoré del club, ya soy de Newell’s”, dijo.
Y fue por más: “Vine a encarar un proyecto que sabía que era difícil, pero me encantan las difíciles”, dijo.
Respecto de lo que vio en el campo de juego, indicó: “Creo que fuimos de menos a más, con un gran porcentaje de efectividad en disparos al arco. De 21 tiros, 17 fueron al arco, estamos viendo una evolución muy buena”.
El técnico valoró la presencia de los jóvenes y la respuesta anímica de sus dirigidos: “El equipo reaccionó ante la derrota. Estos chicos son el futuro del club, eso me pone muy contento. El club tiene con qué pensar en el futuro”. Y agregó: “Las conclusiones son muy buenas”.
De todos modos, todavía siente que el equipo debe mejorar en muchos aspectos: “Estamos todo el tiempo tratando de acercar gente, de juntar jugadores. Buscamos llegar con mucha gente al área y finalizar”.
Sobre las chances reales de clasificación del equipo, indicó: “Nosotros vamos a seguir luchando hasta el final”.
Y para el final dejó otro de las frases más llamativas de su conferencia. Consultado sobre cómo hizo para motivar a sus jugadores, señaló: “Les dije que jueguen sin miedo, que me carguen a mí de todas las responsabilidades. Tengo el culo pelado de andar por los bancos de suplentes en todos lados”.