Los protagonistas del superclásico y los hinchas presentes en La Bombonera terminaron calientes, tras la derrota de Boca ante River. El agónico empate anulado a Boca fue el corolario de una velada infartante y, mientras los jugadores de River cantaban en el centro del campo, los de Boca hacían el clásico saludo final y estallaron en un unísono silbidos, insultos y reproches.

Los plateístas más cercanos al campo de juego se despacharon contra sus jugadores mientras se retiraban. Entonces, Sergio Romero se trepó a la valla y logró increpar cara a cara a uno de los hinchas.

La aparición del arquero entre la gente motivó un tumulto que contagió a sus alrededores, entre fuerzas de seguridad, otros hinchas y hasta compañeros de Chiquito, como Leandro Brey, que intentaba tomarlo para alejarlo de la pelea.

Finalmente, lo convencieron, aunque se alejó con amagues de retornar y entre fuertes insultos y dejando a su paso un hervidero -hasta le arrojaron una pequeña bandera-, con más simpatizantes en llamas discutiendo con los agentes de seguridad.

Romero cara a cara con los hinchas (Fotobaires).

Después, se supo que la reacción de Romero provocó que le labraran una contravención, por lo que seguramente el episodio acarreará algún tipo de sanción para el futbolista.