Rosario Central continuó con su racha triunfal. Luego del éxito en el clásico de la ciudad, no se relajó e hizo pedazos a Racing, que no pudo recuperarse del mazazo que le dio Independiente y se llevó de Arroyito un inapelable 1-4 que desnudó su peor versión. Con estos tres puntos, el Canalla quedó a cinco puntos de la clasificación a la Libertadores.

Los goles de la victoria centralista fueron obras de Gutiérrez (23' PT), Burgos (10' ST), Camacho (15' ST) y Lovera (43' ST), mientras que Lisandro López (7' ST) había igualado transitoriamente. Central llegó a las 40 unidades y su colocó noveno; los de Cocca quedaron clavados en el octavo puesto con 42.

La polémica quedó instalada por lo sucedido en las tribunas: el recibimiento fue tan espectacular como peligroso por la abundante cantidad de pirotecnia encendida por los hinchas (hasta hubo un "lanzallamas"), y además se registraron cargadas a la Lepra con banderas, ataúdes y hasta bebés de plástico alusivos al clásico adversario que cayeron al césped.

El elenco de Arroyito ganó el encuentro sin discusión porque lo buscó desde el principio, le manejó los tiempos y la pelota a su rival y halló la contundencia necesaria para sentenciar el partido en los momentos justos. Como cuando Burgos enmendó el error del penal infantil que había cometido y, tres minutos más tarde del empate, estampó el segundo. 

Sólo en la primera parte del cotejo, Racing pudo tener las riendas gracias a Videla y Aued, que le coparon la parada a Musto. Pero nunca tuvieron la lucidez para herir a la defensa local. Desde el primer gol en adelante (incluso en los primeros minutos de juego del complemento, cuando Racing empató por la torpeza de Burgos) todo fue centralista, que ganó sin dejar lugar a ninguna duda.

Los goles

La campaña de Montero es excelente: su equipo ganó seis de los últimos siete partidos que disputó. Y ya lleva cinco triunfos consecutivos en el Gigante. Racing, en cambio, perdió tres de los últimos cuatro. Y fuera del Cilindro, acumula tres caídas en fila. 

Ahora, Central jugará con River, adversario ante el que no contará con Paulo Ferrari (llegó a la quinta amarilla), pero sí con José Leguizamón, que volverá tras cumplir la sanción por la roja en el Coloso. La preocupación es Damián Musto, que se retiró del campo lesionado con un fuerte tirón en el isquiotibial.