“Hay muchos grupos económicos interesados en que Vicentin vaya a desguace, pero no es lo que nosotros queremos; ese sería el peor escenario para los trabajadores y para los acreedores, que preferimos que la empresa siga funcionando para que el mercado no se concentre”, señala Fernando Jurado, CEO del grupo Olio, la agroexportadora de capitales argentinos que desde mayo opera la planta aceitera y el puerto que Vicentin tiene en San Lorenzo y que ahora muestra más interés en el futuro del malogrado holding.
En diciembre termina el contrato que el Grupo Olio firmó en mayo para operar “a fazón” en Vicentin/San Lorenzo. Y si bien las partes ya cerraron un nuevo entendimiento para seguir operando en 2021, como Vicentin Saic está en convocatoria de acreedores el nuevo acuerdo necesita de la homologación del juez que lleva el concurso, Fabián Lorenzini. Así que mientras el foco del grupo está puesto en la validación de ese contrato, en paralelo su CEO sigue de cerca la marcha del concurso de acreedores y no descarta ni oculta el interés del grupo por “participar” en el futuro de la defaulteada compañía.
Jurado es un profesional de reconocida trayectoria en el mercado de granos, sobre todo por su paso por Cargill, empresa para la cuál estuvo 10 años trabajando en el exterior y de la que durante 5 años fue presidente en Argentina. Ingeniero industrial de la UCA y con una maestría en el Boston College, también fue gerente general de Paladini, y consultor de Molinos, Los Grobos y Cresud. En el grupo Olio armó un staff de profesionales con amplio know how del mercado. Y en un largo diálogo con Rosario3, Jurado no esquivó ninguna pregunta.
-¿Cuál fue el objetivo de desembarcar en Vicentin? ¿La idea es conocer la planta de adentro para después hacer una mejor oferta?
- Hay negocios que uno sale a buscar y negocios que a uno se le presentan. El plan de expansión del grupo es anterior a la relación con Vicentin. El objetivo del grupo, que ya es fuerte en la originación de granos, es también ganar experiencia y busca un lugar sólido en el comercio exterior de granos, aceites y harinas con clientes propios en el exterior de talla mundial y primea línea. Para eso hacía tiempo que veníamos analizando alternativas de operar fazón en plantas que se encarguen de la industrialización, que es un proceso que no manejamos. Llegamos a tener avanzado un acuerdo parar operar la planta de Buyatti que está lindante a la de Vicentin, pero no tenía muelle propio y para nosotros es fundamental tener la logística de embarque. Así que empezamos a negociar con Vicentin para el uso de su puerto, hasta que nos hicieron una propuesta integral por su planta y su puerto de San Lorenzo y el acuerdo que íbamos a firmar en marzo con Buyatti lo firmamos en mayo con Vicentin.
- La industria aceitera tiene márgenes de rentabilidad chicos y hay un 30% de capacidad ociosa en el sector. ¿Cómo hacen que sea negocio operar pagando un fazón?
-El acuerdo que firmamos con Vicentin fue muy bueno para los dos. A nosotros nos significó un costo competitivo y a ellos asegurarse ingresos para pagar salarios a sus trabajadores. El acuerdo con Vicentin nos permitió ser parte de los negocios de exportación en los que queríamos ingresar pero sin la responsabilidad de atender una planta. El acuerdo que tomamos fue el de procesar o embarcar hasta 200 mil toneladas de soja al mes.
-¿El contrato para el año que viene supone aumentar el volumen de las operaciones?
- Así es. Para el año que viene lo subimos a 300 mil toneladas al mes. Y además vamos a empezar a operar la planta de girasol por 500 mil toneladas al año. Es que Vicentin nos hizo una propuesta comercial más agresiva y nosotros la aceptamos porque nuestros clientes nos dieron su apoyo. Logramos con mucho esfuerzo y talento cumplir con el volumen comprometido y tuvimos el acompañamiento de nuestros clientes. Pero nos costó. Y mucho. Tuvimos que superar muchos escollos y hasta, siendo sincero, debo decir que hay actores de la competencia que se encargaron de hacernos sufrir bastante. Igual, pudimos resolver todos los problemas de la mejor manera posible y logramos nuestro objetivo de entrar al mercado de la exportación. Es más, para nuestro abastecimiento armamos una estrategia de mucha apertura con acopios y corredores que a otros puede nos gustarle pero que para nosotros es parte de nuestro compromiso con el país como empresa nacional.
-¿Cómo es eso que los hicieron sufrir?
-Es que hay actores de la agroexportación que parecen preferir que la planta de Vicentin en San Lorenzo no esté funcionando para mejorar los márgenes del resto del complejo aceitero. Hay intereses creados que no persiguen los mismos objetivos que nosotros. Queremos que la planta siga abierta y mantener las fuentes de trabajo.
-¿Qué tipo de maniobras sufrieron?
-Por ejemplo, un día nos nominaron para cargar 19 barcos. Quienes están en el negocio saben que una decisión así está pensada para forzar un incumplimiento del exportador o un millonario pago extra por demoras en el muelle. Igual lo hicimos. Nos llevó 12 días, alquilamos otros puertos y también decidimos pagar los costos extra de las demoras. Pero, pese a los gastos extra que afrontamos y la tensión que nos provocó, cumplimos y nuestros clientes quedaron satisfechos con el servicio.
-¿Será que ustedes estuvieron pagando granos por encima del precio del resto de los compradores y eso molestó a los otros traders? Incluso, en la Cámara Arbitral de Cereales de Rosario hubo debate sobre si incluirlos a la hora de ponderar los precios de Pizarra, ya que hay exportadores que se quejaban de que si lo hacían se les inflaban sus costos.
- Muchas veces tuvimos que pagar precios más caros porque nos apuraron los propios puertos dándonos una logística muy corta para los embarques. Pero igual hay que aclarar que pagamos más caro si sólo miran las 3,000 últimas toneladas que compramos para cerrar embarques de 30,000 toneladas, que casi en su totalidad se pagan a precios de mercado.
- También hay especulaciones en el mercado sobre si ustedes tienen adentro al gobierno nacional. Sobre todo porque arrancaron en la exportación en tiempos de los ROE y ahora que volvió el kirchnerismo volvieron a jugar fuerte.
-Somos una empresa 100 por ciento privada, independiente y de capitales nacionales que busca un lugar entre los grupos agroexportadores. En ese sentido, tenemos el mismo nivel de relación con los diferentes organismos estatales que puede tener cualquier otro agroexportador. La verdad es que no entendemos la mirada maliciosa que hay para con nosotros en algunso actores del mercado.
-¿No tienen ninguna hipótesis?
- ¿Será que la industria no acepta nuevos actores y quiere convertir el negocio en un oligopolio más cerrado aprovechando que habría un competidor menos si Vicentin cierra y se reparten sus plantas entre los industriales y exportadores que ya están? ¿Será que les molesta que haya alguna otra empresa intentado subirse al negocio? Esa es una sospecha que tenemos. Pero lo cierto es que parece que la competencia en vez de fijarse en cómo hacer mejor ellos las cosas, prefiere mirar lo que hacemos nosotros y trabar nuestro crecimiento. Y no entiendo las razones que hay para ponernos piedras en el camino. Al final del año vamos a estar moviendo unas 3 millones de toneladas, cuando cualquier competidor nuestro mueve 6,7 y hasta 8 veces más. No es que nos estamos quedando con el 40% del mercado ¿No es mucho ruido para un grupo que opera sólo una planta y un muelle? Por el contrario, quiero separar claramente la actitud positiva para con nuestro grupo que mostraron ACA y AFA, que nos acompañan como proveedores.
-Finamente, y en concreto, ¿cuál es el interés que tienen en el futuro de Vicentin? ¿Van por la mayoría accionaria?.
- Hoy se está haciendo mucha futurología. Este es un proceso que va para largo. La convocatoria recién está arrancando. Todavía no se verificaron los créditos y la empresa tiene hasta mediados del año que viene para presentar una propuesta de pago. Falta mucho. En concreto, nuestra intención es focalizarnos en cumplir nuestros compromisos de fazón, atender nuestro negocio, crecer en el comercio exterior y mientras tanto vamos viendo como se va desarrollando la convocatoria. Cuando las cosas se vayan aclarando y se definan las condiciones, será el tiempo de tomar decisiones. Mientras tanto, nosotros somos acreedores y vamos a estar en todas las mesas de negociaciones. En ese sentido, entendemos como positiva la decisión que comunicó este lunes Vicentin de contratar a un banco de Estados Unidos para que los asista, pero entendemos que ese proceso también llevará su largo tiempo. Hay que esperar un poco más para tener una situación definida porque hay temas claves para resolver como valuaciones y capitalizaciones de acreencias. El tiempo de definiciones será en 2021. Mientras tanto, nos focalizamos en nuestro trabajo que es hacer crecer nuestro negocio de comercio exterior. Estamos muy orgullosos de todo lo realizado en lo que va del año, que estuvo lleno de desafíos que fuimos superando, y quiero resaltar el compromiso de todo el staff con el crecimiento del grupo. Vamos aprendiendo y creciendo y eso es lo que realmente nos gusta hacer.
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