Bitcoin (BTC) y las principales criptomonedas del mercado empezaron la jornada con caídas pronunciadas de su cotización debido a las regulaciones establecidas por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) sobre reconocidas plataformas de intercambio.
La desaceleración de los tipos de intereses impuestos por la Reserva Federal estadounidense (FED) no fue suficiente para impulsar el precio de los tokens, y BTC se derrumbó a un mínimo de 22.408 dólares este jueves por la mañana.
Esta baja contradice los números que se veían en enero 2023 —informó Infotechnology— cuando BTC mejoró su cotización por encima del 40%. Ahora, el activo tambalea, en línea con la recesión general que afronta el ecosistema cripto.
Este jueves 9 de febrero a las 9 AM, BTC llegó a cotizar 22.702,50 dólares, una caída del 2,1 por ciento en 24 horas y un 4,3 en la última semana. Solo unos días atrás la criptomoneda más importante del mercado se acercó a los 24.000 dólares, su precio más alto en meses.
A esto se suman datos de Coinmarketcap que dan cuenta de una caída en la capitalización de mercado del BTC donde se registró una baja (2,08 por ciento desde ayer), pese a que el volumen de transacciones con esta criptomoneda trepó un 12,04 por ciento.
Por su parte, Ethereum (ETH) tampoco atraviesa un buen momento. Este jueves 9 de febrero, la segunda moneda más importante del mercado se ubica en 1.632,91 dólares. Lo que implica una baja del 2,5 por ciento en 24 horas y 0,6 en la última semana.
Al igual que con BTC, su capitalización de mercado también sufrió una caída que rondó el 2,43 por ciento respecto a la jornada anterior. Pese a esto el volumen de dinero que movilizó aumentó casi un 4 por ciento, según Coinmarketcap.
Entre las principales altcoins, BNB, la criptomoneda de la plataforma Binance, cotiza a 320,83 dólares, Cardano (ADA) $0,386434 y Solana (SOL) $22,79.
Acorde a los datos de Fear & Greed Index, uno de los indicadores de mercado más consultado por traders, el ecosistema cripto se encuentra en un estado de "avaricia", lo que significa que los inversores están con aversión al riesgo y desaceleran el movimiento de fondos.