Terminal Puerto Rosario (TPR) concretó esta semana los primeros despidos a raíz de la fuerte caída de la actividad en los muelles por menores operaciones de exportación y de importación.
Según averiguó Rosario3, la empresa -concesionaria de las terminales I y II del puerto de Rosario- despidió unos 20 supervisores de su planta de personal. Además, cerró el comedor para el personal, lo que también suma cesantías laborales.
Los despidos no alcanzaron a los estibadores que están bajo convenio, en el maco de los acuerdos laborales firmados a fin del año pasado con el sindicato de estibadores (Supa) Rosario. Pero, como muestra de la crisis, hace 7 meses que no contratan personal eventual, una práctica común al momento de las operaciones de carga y descarga.
En ese marco, autoridades de TPR ya avisaron al personal que se vienen cuatro meses de casi nula actividad, con lo cual la situación se puede complicar hacia fin de año.
La menor actividad en los muelles es consecuencia directa de la recesión económica. TPR, a diferencia del resto de los puertos del Gran Rosario, no está concentrado en la carga y descarga de granos sino en cargas generales en contendores, por lo que su performance está ligada a la marcha del consumo interno y la industria, dos sectores que sufren a pleno el parate productivo.
TPR es propiedad mayoritaria de la chilena Ultramar y en menor porcentaje de Vicentin, grupo empresario que tiene su casa matriz en default y que también inició despidos en otra de sus empresas controladas, la láctea Arsa, también con el argumento de la fuerte caída del consumo.
El puerto se suma así a las empresas con problemas laborales, siendo -por ahora- los sectores más afectados línea blanca, electrodomésticos, metalmecánico y calzado.