“Hay un nuevo actor sentado en las mesas de negociaciones para el desarrollo de las hidrovías. Un actor que no estaba hace 20/30 años cuando se empezaron a acondicionar sistemáticamente las vías navegables de Sudamérica. Es un gigante. Un gigante verde”.
Así define Fausto Arroyo, especialista en Infraestructura Física del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), la centralidad que ganó la agenda ambiental en los debates sobre el desarrollo de las vías navegables y quedó muy patente en la realización del Primer Foro Fluvial Sudamericano que se realiza este miércoles y este jueves en Montevideo.
Organizado por la CAF y el Instituto de Desarrollo Regional Rosario (IDR), el encuentro se convirtió en una cumbre de las hidrovías regionales de la que participan empresarios, especialistas técnicos y funcionarios de Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay, Perú y Colombia.
“Este foro es un hecho histórico porque constituye un espacio crucial para la colaboración y el intercambio de conocimientos que buscamos que sea permanente con el apoyo de gobierno y empresas”, resalta Rafael Farromeque, especialista senior en Infraestructura de la CAF.
A partir de un documento técnico desarrollado por el profesor y doctor en economía Ricardo Sánchez, más de 40 especialistas de toda Sudamérica, debaten en las dos jornadas del foro unos cinco ejes temáticos específicos: la gobernanza y el desarrollo de las hidrovías sudamericanas; la descarbonización y la adaptación al cambio climático; los modelos de gestión de la hidrovía y los sistemas de información; la evolución proyectada de los sistemas hidroviarios; y los desafíos de la integración regional en las cuencas hidrográficas sudamericanas.
“De este foro surge la suscripción de una Carta de Montevideo como hoja de ruta a seguir para establecer bases sólidas para la gestión a largo plazo de los sistemas fluviales, que son vitales para el desarrollo socioeconómico, la biodiversidad y el bienestar de las comunidades locales”, resaltó Juan Venesia, director del IDR.
Hidrovías Verdes
“Cuando en los 90' se licitó en Argentina el dragado de los ríos Paraná y del Plata no había exigencias de estudios de impacto ambiental. Ahora eso es impensable”, recuerda José María Lojo, presidente del Consejo Portuario Argentino, mostrando el tamaño del cambio de concepción sobre el desarrollo de los sistemas fluviales de navegacion.
Las hidrovías son fundamentales para la agricultura, la generación de energía hidroeléctrica, el transporte y el suministro de agua potable. Y su impacto económico más importante es que baja costos logísticos al comercio dándole más competitividad a las producciones regionales.
Sin embargo, estos recursos enfrentan múltiples amenazas como la deforestación, la contaminación, el cambio climático, la extracción no sostenible de agua y los conflictos entre diferentes usos y usuarios del agua. Y la novedad de que la identificación de estos problemas y el debate de cómo superarlos ya son parte de las agendas empresariales.
En efecto, ya no se piensa en las hidrovías solo bajo la óptica económica. “Las cuencas son parte de un ecosistema que hay que preservar. Y los diseños de las hidrovías deben compatibilizar también con otras actividades como recreación, turismo, deportes, pesca”, señala Carolina Rueda, directora de Integración Regional de la CAF.
“La cuestión medioambiental condiciona toda la actividad generando obligaciones que llegan del lado de clientes. Consumidores en Europa ya están pidiendo certificaciones verdes a los productos alimenticios que importan. Y no falta mucho para que también exijan un balance de emisiones a los medios de transporte y a las infraestructura logísticas a través de los cuales les llegan sus productos”, agrega Arroyo.
Tanta relevancia va cobrando la cuestión ambiental que Sánchez contó que a nivel mundial ya se están ensayando el uso de fórmulas de peaje que bajan tarifas a navieras que reducen la contaminación, por ejemplo usando combustibles de fuentes renovables.
No en vano, Farromeque contó que ya se están planteando iniciativas de “Hidrovìas Verdes al 2050” porque incluyen aspectos de la transición energética, cultura de la sustentabilidad y adaptación climática. “Hay financiamiento internacional para la adopción de tecnologías limpias”, dice. “Hasta ahora, en todo sudamérica se esta pensando en una sola hidrovía verde, que de Chile hacia Asia impulsada por el sector privado, la minería. Pero la hidrovía Paraná Paraguay tiene chances de sumarse, sobre todo con el empuje de las multinacionales del agro”, agrega.
En ese marco, Alfredo Sesé, de la Bolsa de Comercio de Rosario, llamó durante su disertación a ampliar el enfoque y no olvidar que el transporte fluvial es mucho menos contaminante que el transporte carretero, y por eso se lo debe impulsar comparando las ventajas ambientales de sacar más producción por hidrovías antes que hacerlo por camión.
“Es importante tener un adecuado estudio de evaluación y de impacto ambiental sobre las obras de profundización que se realizan en las hidrovías. Pero a veces vemos que se magnifica el impacto ambiental del transporte por agua y nos olvidamos del terrible impacto ambiental que genera el transporte terrestre”, dijo.
Y fue ahí que puso el ejemplo del cordón portuario del Gran Rosario. “Llegan 50 millones de toneladas de granos de distintas partes del país por camión y 10 millones por tren y muy poco vía barcaza. Esa avalancha genera un fuerte daño ambiental por el combustible utilizado además de lo que se perjudica a las poblaciones cuando se concentran todos en las zonas portuarias. Un mayor uso del transporte fluvial quitaría camiones de las rutas utilizando un medio de transporte que es mucho menos perjudicial para el ambiente”, resaltó.
Sesé no se quedó ahí y también puso otro tema de debate. “Cuando se habla de impacto ambiental en el río se enfoca todo en el transporte de mercaderías, pero parece que nos olvidamos del efecto que genera tirar residuos cloacales sin tratamiento o basura y desechos urbanos”, destacó el especialista de la Bolsa de Rosario.
Incógnita Argentina
A la hora de los breaks del foro, la importancia que adquirió la cuestión ambiental generó no pocos comentarios entre los asistentes sobre la futura licitación de la hidrovía en el tramo argentino.
Y es que el gobierno asegura que va a tener listos para diciembre los pliegos para una licitación en busca de un operador privado. Claramente, se concluyó, los tiempos no dan para que la licitación tenga un estudio de impacto ambiental (que hacerlo insume al menos un año de trabajo) que respalde el aumento del dragado que se pida.
Por eso se especulaba con que el gobierno recurra a la fórmula de pedirle al ganador de la compulsa la realización de estudios para ver cuánto más se puede dragar (que deberían ser aprobados por el Estado) proponiendo avanzar en el formato de “pruebas pilotos”. Esto sería, por ejemplo, dragar dos pies más y ver luego el impacto ambiental; y si es satisfactorio recién ahí sumar otros dos pies, y sucesivamente.
Como dato, en la CAF se lamentaban que el gobierno nacional no les respondió la propuesta que le hicieron de un aporte no reembolsable de u$s1.5 millones de dólares para la realización de estudios ambientales, términos de condiciones y confección de pliegos de cara a la próxima licitación. En realidad, la propuesta ya se la habían realizado a la anterior administración, pero en ambos casos no recibieron respuesta a la propuesta.
Sobre la nueva licitación, Lojo, presidente del Consejo Portuario Argentino, contó que el lunes los socios de la entidad fueron recibidos por las autoridades de la Administración General de Puertos (AGP), y allí les comentaron, sin mayores precisiones, que el gobierno insiste con una licitación por tramos de la hidrovía (no como hasta ahora que tiene un solo administrador), una alternativa que cosecha tanto apoyo como detractores en el ambiente.
En tanto, ejecutivos del sector portuario argentino comentaban que la subsecretaría de Puertos anticipó esta semana que convocaran al Consejo Federal de la Hidrovía, integrado por las provincia ribereñas y el sector empresario usuario de la vía fluvial, para que se pronuncien sobre el proceso de llamado a licitación que se está armando.
El Consejo Federal, que es un órgano consultivo, es hasta ahora la única instancia institucional sobre la hidrovía que generó el gobierno anterior que no fue desactivada por la actual administración (que sí se cargó al fallido Ente de Control y Concesión, que en rigor nunca funcionó bien).