Otro gran batacazo de Unidos para Cambiar Santa Fe el domingo pasado fueron las elecciones en las 36 intendencias que se pusieron en juego. El espacio que gobernará la provincia se impuso en 29 municipios y se suman a los 10 que ya tienen el mismo signo político sobre un total de 50 a lo largo de la bota. Uno de los datos sobresalientes fue el triunfo de candidatos de la U en bastiones que estaban en manos del peronismo como en Rafaela -la ciudad del hoy gobernador y donde el PJ gobierna desde hace 32 años-, Casilda en la que se impuso un candidato que se presentó por primera vez o Arroyo Seco que volvió a ser de la oposición, algo muy poco habitual en esa ciudad. Los radicales Leonardo Viotti, Guillermo Franchella y Daniel Tonelli asumirán el 10 de diciembre en esas respectivas ciudades.
Sorpresa en la perla del oeste
Viotti (36 años) se impuso con el 49 por ciento de los votos y sacó 4.700 más que el intendente rafaelino Luis Castellano. Es el primer alcalde radical desde la recuperación de la democracia y el domingo último terminó con 32 años de gobiernos justicialistas.
Este licenciado en Organización industrial egresado de la Universidad Tecnológica Naiconal (UTN) local que fue funcionario del ministerio de Ciencia y Tecnología de la provincia durante las gestiones de Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz, ya había sido electo concejal en 2017 con una ponchada de votos. Hace cuatro años lo había intentado y quedó a poca diferencia, ahora logró destronar al actual intendente.
Lo hizo en la tierra de Omar Perotti cuyo espacio no sólo perdió en las categorías municipales -fue derrotado en las cuatro ciudades del departamento-, sino que también su lista de Diputados quedó segunda. El único que salvó la ropa fue el senador Alcides Calvo al lograr su reelección.
Viotti cree que, sin quitarle mérito al triunfo categórico de Maximiliano Pullaro en la provincia, su desempeño electoral obedeció al trabajo “en conjunto” de las distintas fuerzas locales con una campaña “propositiva” y de “continuidad de lo bueno y cambio de lo que había que cambiar”. Y destacó también el “desgate de la actual gestión y de la falta de renovación de nombres”.
El intendente electo se inició en el grupo Universidad, sector del radicalismo cercano a Mario Barletta, y trabajó con el sector de Carolina Losada en las Primarias donde obtuvo una diferencia de 10 a 1 en votos con respecto a su contrincante. Eso le valió una victoria contundente que ratificó en las generales pese al crecimiento de Castellano. Participó de los dos debates previos de candidatos, incluso en el de la tele donde no fue su principal rival.
Ambos ya mantuvieron un primer encuentro de una hora y media para organizar la transición durante esta semana, incluso el domingo hubo un llamado amable después de haber contado los votos.
La futura gestión tendrá ejes estratégicos como -según enumeró su responsable- reducir el gasto político y la burocracia, reforzar la seguridad pese a las herramientas limitadas del municipio, y potenciar el corazón productivo con la educación como eje transversal, entre otros.
“Hermosa mañana” en Casilda
El intendente electo de Casilda no tiene nada que ver con el actor consagrado y siempre vigente Guillermo Francella. Es más lo diferencia una “h” en su apellido, aunque bien podría confundirse. Incluso su abuelo, su padre y varios primos tienen el mismo nombre de pila.
Franchella (61 años) fue decano de la facultad de Odontología de Rosario, ejerce en su consultorio particular, es un reconocido y valorado cirujano, y muy habitué en los bares de su ciudad natal. Llegó a la política partidaria este año y se referenció con el sector de Losada.
Se considera un “outsider” de la política local. “Hice una campaña de trabajo, esfuerzo, mantuve 86 reuniones con instituciones, escuelas, vecinales y empresarios. En definitiva le ganamos a las estructuras con saber leer lo que la gente quería, supe ver el cambio”, contó a Rosario3 entre múltiples anécdotas de encuentros con vecinos y recorridas por los barrios.
Es correcto al hablar cuando lo hace en público, pero en la charla personal pierde la formalidad. El domingo él fue a saludar a su rival con quien comenzará a delinear la transición.
“Quiero descentralizar el municipio, por ejemplo los habitantes del barrio Roma no tienen ni un cajero para cobrar los planes y deben tomarse un remís para venir al centro. Vamos a trabajar con áreas y no con secretarías. Quiero diluir egos y que trabajemos más cómodos. Vamos a consensuar con el espacio que competimos en la interna, seremos un gobierno abierto y de consenso, hasta incluso peronistas se van a sumar”, sorprendió. Tendrá un Concejo municipal con dos ediles propios, tres socialistas, un peronista y otro del PRO.
Franchella asegura que se metió en la política por vocación y que su compromiso es sacar adelante a Casilda. Y que después de los cuatro años de gestión volverá a la actividad privada como lo hizo cuando fue decano.
Y Arroyo Seco cambió
Para Tonelli (62) la tercera fue la vencida. Es que este año se presentó otra vez para competir por el municipio de Arroyo Seco y fue electo por una diferencia de 87 sufragios, según el escrutinio provisorio, por sobre el candidato de La Cámpora. En tercer lugar quedó el hoy intendente a una distancia de 324 votos por sobre el ganador. Es más, la lista de concejales quedó segunda por 26 votos. El candidato radical aprovechó la división del peronismo y se quedó con la victoria, a la inversa de lo que sucedió años atrás cuando era la oposición que iba dividida y el PJ estaba unido. Eso sí, primero tuvo que imponerse a una interna muy competitiva con cuatro ofertas en total, que pudo capitalizar en la general.
Tonelli formó parte de la gestión de Darío Gres (Frente Progresista), fue electo concejal en 2009 y tuvo mandato hasta el 2021. Fue comerciante, docente de escuela técnica y ahora se enfrenta al desafío que tanto buscó.
Cree que su victoria obedece a la necesidad del cambio que hay en la ciudad y enumeró una serie de argumentos como la inseguridad -“Volvieron a traer detenidos con condenas a la comisaría 27 y la prevención no funciona”-, los problemas con la salud -"El Samco está intervenido, el hospital perdió guardias médicas y un lote de vacunas por mala manipulación, y encima se cayeron las internaciones médicas de Pami en la ciudad”-, y la falta de infraestructura -“Hay obras a medio hacer o que no se terminaron, y el transporte de cargas sigue pasando por dentro del casco urbano camino a los puertos”-, entre otros.
“La Provincia no ayudó y el gobierno local se aburguesó. Se quedaron con el sistema de pedímelo a mí y no hubo proyecto”, asestó.
El mandatario electo prometió gestionar un centro territorial de denuncias, modernizar el sistema de videovigilancia, trabajar en un comando unificado en materia de seguridad, desarrollar el parque industrial, traer planes de viviendas y actualizar la administración municipal con tecnología digital.