El intendente Pablo Javkin denunció, de cara a las próximas elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso), que hay campañas políticas “financiadas por sectores del mundo financiero”, “de desprestigio en redes sociales" y “ejército de trolls” para atacarlo. Aunque sin dar nombres, cree que es producto del accionar de la unidad de lavado de activos que puso en marcha en su administración. “No se trata sólo de ser honesto, es animarse a enfrentar a los deshonestos”, argumentó y lanzó: “Rosario va a necesitar a todos, con una condición: manitos limpias”.

Rosario3 mantuvo una entrevista exclusiva con el jefe de Gobierno, quien busca un lugar en la carrera para el puesto que actualmente tiene: ser el director del destino de la ciudad desde el Palacio de los Leones. Con su estilo directo, sin esquivar preguntas, respondió sobre seguridad, su vínculo con el gobierno provincial, el transporte, el control de la calle y las obras, entre otras cuestiones. También, valoró y dijo acompañar la “valentía” y “sinceridad” de la precandidata a gobernadora Carolina Losada ante las denuncias que viene haciendo contra su competidor Maximiliano Pullaro. Y recogió el guante ante las críticas del socialismo para con su administración.

El periodista Sergio Roulier entrevista a Pablo Javkin. (Ana Isla/Rosario3)

¿Esta elección es un plebiscito de la gestión?

—No me gusta plantearlo así porque puede sonar extorsivo. Es una prueba importante para que la gente evalúe frente a lo que vivimos y estamos generando y continuar una obra. Es la oportunidad de consolidar una obra como es la gestión. Nos tocaron todas, pasamos todas, pusimos la cosa en marcha y quiero una oportunidad para seguir.

—¿Hay conciencia del enojo del vecino para con la gestión?

—Es lógico. La pandemia, la inflación, los incendios, han provocado un daño social y económico. ¿Cómo no va a haber bronca? Sin embargo, hay lucidez en la gente para ver qué se hizo y cómo se va a seguir. Creo que la gente va a usar el voto, a 40 años de democracia todos aprendimos que, más allá de la bronca que puede haber, el ciudadano tiene el poder para elegir.

—¿El enojo de la gente para con los Ejecutivos puede hacer que no vaya a votar, como sucedió en otras elecciones provinciales, y esto  pueda perjudicar a los oficialismos?

—A mí no me gustan las excusas, hay que ir a una elección y ver qué dice la gente. Me ha tocado perder y también ganar. Me gusta pelear y luchar, nunca tuve una circunstancia previa fácil y confío en el vínculo alcanzado con la gente de la ciudad. Y que haya internas con varios candidatos, mejor.

—¿No hay temor que el enojo se canalice en el apoyo a otro candidato de la interna?

—Confío mucho en lo que estamos haciendo. Hay muchos que me podrán decir que esperaban más de la gestión, pero saben lo que nos tocó. Mucha gente me dice salgamos de esto y les respondo que me den la Nación y la provincia afín, que me dejen gobernar, que le den a la ciudad lo que merece. Estamos en el punto culmine. Si el próximo intendente tiene que esperar para que lo autoricen a cortar un árbol,  que le autoricen un bono, a exigir que le den más patrulleros o un sistema de control de las cárceles; no hemos aprendido nada. Porque cuando nos dan lo que merecemos, las cosas funcionan.

—¿Es garantía que los distintos gobiernos sean del mismo signo político?

—Es condición necesaria pero no suficiente. No te resuelve los problemas pero es necesario. Cualquier comuna tiene acceso a los fondos de Obras Menores o cualquier municipio bonaerense a los fondos del conurbano, Rosario no. ¿Está bien que hagan esa diferencia con los colectivos de Rosario en materia de subsidios? ¿Está bien que los fondos que venían a Rosario eran de 20 millones de dólares y se convirtieron en 20 millones de pesos y nadie dice nada? ¿Está bien que, con la situación en que estamos, Rosario no tenga a disposición los recursos federales? Esa es la discusión. Yo no comento, peleo.

—¿Por qué volver a elegir a Javkin como intendente?

—Debemos continuar lo que hemos empezado. Recibimos una ciudad donde se gastaba 15 pesos por encima de lo que entraba y solo 2 iban para obras ya que las obras venían de la Provincia. Los primeros años hubo que ordenar esos gastos y destinarlos a Salud ya que Rosario atendió pacientes y ningún otro municipio montó camas. Y después, lo dimos vuelta, ahora estamos en 2 para pagar deuda y el resto para obras. Hicimos obras que se demandaban desde hace muchos años en pavimento, plazas o nuevos centros de salud. Hay una idea sobre los grandes planes para la ciudad, es mucho verso. Dame al revés, vamos haciendo y resolviendo los problemas de a uno.

Pablo Javkin a una semana de competir en las primarias locales para renovar su mandato en el Palacio de los Leones. (Ana Isla/ROsario3)

Entre denuncias y críticas

—Los candidatos del socialismo están muy duros con tu gestión, dicen que la ciudad te quedó grande o que te falta equipo.

El 17 de julio voy a convocar a todos. A veces hay estrategia de campaña, una de las críticas es porque hacen un focus group y le dicen que vayan por ahí diciendo que estoy solo. (Carolina) Labayru es la mejor secretaria de Control, de (Dante) Taparelli no van a decir que no conoce de Cultura, qué van a objetar de la gestión de María Eugenia (Schmuck) en el Concejo Municipal, tengo al rector de la Universidad con 35 iniciativas trabajando en conjunto. No me preocupan (las críticas). En esta elección Rosario va a necesitar a todos, con una condición: manitos limpias.

—¿Compartís las denuncias de Losada contra Pullaro sobre los vínculos con policías condenados por sus conexiones con narcos?

Valoro mucho y comparto la valentía de Carolina. La veo sincera y eso es un valor. Después todos tenemos que trabajar, no importa que estemos de acuerdo en todo. Me animo a pedir el voto para ella y acompañarla. Hay que quebrar la regla de la lógica de la gente que se cree dueña de la política: hay que ser humilde, siempre se aprende. Mientras el rumbo sea libertad para hacer y con manos limpias, vamos para adelante. No se trata sólo de ser honesto, es animarse a enfrentar a los deshonestos. Vemos campañas que están financiadas por sectores del mundo financiero que cuando creamos la unidad de lavado de activos actuó ante el requerimiento judicial y a muchos no les gustó. Entonces hicieron campaña de desprestigio en redes sociales y montaron un ejército de trolls para atacarme.

—¿Quiénes son?

—Es público. Hay causas en la Ciudad de Buenos Aires vinculadas a investigaciones por lavado de dinero y financiar campañas públicas. El esclarecimiento del ataque al súper de los Roccuzzo donde me mencionan es una muestra de ello.

—Te critican por qué no sos más duro con (Omar) Perotti. ¿Condiciona el hecho de que la provincia haya asistido a Rosario al principio de la gestión?

—Le debíamos a la provincia dos masas salariales enteras y la refinanciamos a 36 meses y la estamos terminando de cancelar. Toda la deuda se pagará. Aunque la deuda que más cuesta es la de las obras que no se hicieron. No creo que el gobernador esté contento con su gestión en Rosario como yo tampoco lo estoy del todo. No me iba a pelear con el gobernador en la pandemia. Tampoco hay que ser maleducado para ser firme. Todos estos que fingen enojo y firmeza insultando es porque no se bancan ser firmes sin enojarse. Yo puse las luces azules en los afiches de la campaña en vez de mi cara y resulta que los patrulleros aparecieron. Eso fue parte de tu entrevista (la de Rosario3 de hace dos semanas atrás) con el gobernador y eso en parte me lo atribuyo. ¿Cuándo viste a un intendente sentarse con el ministro de Seguridad, pedir los aparatos de pericia balística que terminaron esclareciendo nueve hechos? Se lo plantee al gobernador y el presidente, y ya lo tenemos. Eso no pasaba antes. Tengo un rol institucional y debo respetarlo, la firmeza se muestra con otras cosas.

"Todos estos que fingen enojo y firmeza insultando es porque no se bancan ser firmes sin enojarse", señaló Javkin. (Ana Isla/Rosario3)

Transporte, control y empleo

—¿Cómo mejorar al sistema de transporte de pasajeros en una segunda gestión?

La pandemia nos mandó a la D y hoy en estamos en el Nacional B. Hubo que rearmar el sistema que llegó a un décimo en la cantidad de  pasajeros. Estamos incorporando coches, ya tenemos la tarjeta Sube, ordenamos el mapa entre dos empresas y bajamos el nivel de quejas en la nuestra (Movi). Ahora hay que reconvertir a combustible más sustentable y también que los subsidios tengan al menos una razonabilidad a la hora del reparto. Llegar a las 740 unidades es el desafío, hasta ahora completamos la incorporación de 57 vehículos nuevos, necesitamos 30 más.

—¿El control de la calle se plantea sólo con las cámaras?

—Se soluciona con todo, aunque hace falta más tecnología. Tendremos unas 1800 cámaras con la integración de un nuevo centro de monitoreo de video-vigilancia. Necesitamos una presencia policial más cercana y mayor coordinación con policías, por eso quiero que me dejen poner al jefe de Policía, y articular con la Justicia. A la combinación de tecnología con presencia policial en calle hay que sumar que la calle se ordena cuando hay gente en la calle. Me cargaban con las placitas o la noche de las peatonales y resulta que son un éxito. Si la gente buena está en la calle, la gente mala se retrae. El plan es ir haciendo.

—Pero parece no alcanzar con más policías o más control, ¿no hay otro camino para enfrentar esta coyuntura tan compleja en materia de inseguridad?

—El otro trabajo es ir al fondo. Generamos un cambio en el suelo industrial con beneficios impositivos, hoy hay 86 establecimientos industriales creciendo, tenemos el mayor nivel de empleados metalúrgicos en el país, estamos entre la biotecnología, economía del conocimiento y nuevas industrias que incluso van cambiando el espacio urbano. Esa es la cuestión de fondo, que los chicos puedan tener oportunidades laborales. Me tocó una época de empujar, trabajar y destrabar las cuestiones que limitaban el desarrollo de la ciudad. Eso trae bronca y enojo, y es lo que quiero continuar. El eje fundamental es recuperar la paz y la paz se recupera así.