El atentado ocurrido en la madrugada de este jueves contra el complejo carcelario ubicado en 27 de Febrero al 7800 es el cuarto contra el mismo edificio en menos de diez meses. En todos los casos no hubo detenidos. Pero la situación se agrava aún más si se tiene en cuenta que el año pasado también balearon la Unidad Nº 3 y la oficina de Asuntos Penitenciarios en tres ocasiones.
El predio donde funciona la cárcel de mujeres y el Order (que es la abreviatura de la Oficina de Recepción de Detenidos de Rosario) fue atacado el 22 de mayo, el 20 de septiembre, el 28 de diciembre y este miércoles por la noche.
Cuando ocurrió el primer atentado, investigadores policiales y judiciales sospecharon que se trataba de un pedido de liberación de Máximo Ariel "El Viejo" Cantero, fundador histórico de Los Monos que hacía pocos días que había sido detenido. En ese contexto, se lo trasladó al penal de Piñero.
El segundo fue, según parece por los indicios recolectados en la causa, un mensaje a las delegadas de los pabellones de la cárcel de mujeres. Después de ese atentado se conocieron imágenes de videos de golpizas propinadas por grupos de internas a otras reclusas.
El tercero tuvo lugar el 28 de diciembre pasado y fue casi en simultáneo con el ocurrido contra el predio de Televisión Litoral. Todavía no se estableció si fueron realizados por los mismos autores, aunque esa posibilidad no se descarta. En el ataque a la cárcel el sicario iba a pie, mientras que la persona que gatilló contra el multimedio iba en un Palio rojo que fue secuestrado minutos después en Vía Honda.
En el último, que tuvo lugar este miércoles, no hay datos que conecten la balacera con otros hechos. Sí se establece que se dio en un contexto violento, donde comisarías y unidades penitenciarias tenían un alerta interno (que circuló en los grupos de Whatsapp de policías) donde se pedía extremar medidas de seguridad tras los disparos contra la subcomisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez y el asesinato de un joven de 28 en la puerta del Coloso Marcelo Bielsa.
A esos ataques se le agrega el que se cometió el 7 de noviembre pasado contra la Unidad Nº 3 de Callao y Zeballos, donde dos personas en moto abrieron fuego y dejaron un mensaje alusivo a una situación que habría ocurrido en Piñero.
La oficina de Asuntos Penitenciarios de Alsina y Pellegrini también fue baleada tres veces durante 2022. La primera vez fue el 24 de enero (se sospechó de la presunta banda de Uriel Luciano Cantero), la segunda, el 10 de mayo (donde se dejó un cartel dirigido a un guardiacárcel de Coronda), y la última el 28 de diciembre, casi en simultáneo con el ataque contra el predio de Televisión Litoral y el complejo de 27 de Febrero al 7800.
De toda la información mencionada anteriormente se dejó de lado un crimen que fue perpetrado en la puerta de una cárcel, una muestra más de que quienes jalan el gatillo no tienen inconvenientes en dispararle a quien sea, donde sea y cómo sea.
La referencia es al homicidio de Osvaldo Maximiliano "Popito" Zalazar, que fue acribillado de 26 tiros el 14 de agosto pasado mientras regresaba de una salida transitoria en un móvil del Servicio Penitenciario. Lo balearon en inmediaciones de la Unidad Penitenciaria Nº 16, en el límite entre Rosario y Pérez, y por el hecho hubo tres detenidos con una ametralladora y una pistola.