El líder de la célula de Los Monos que operó en los barrios Industrial, Ludueña y Empalme Graneros –con connivencia de algunos policías–, y sus principales cabecillas, fueron condenados este martes. Aceptaron juicios abreviados acordados entre las defensas y el fiscal Pablo Socca por los que recibieron penas que van desde los 9 hasta los 20 años de prisión por extorsiones, balaceras y tentativas de homicidio.
Matías Nicolás César (27), alias “Pino” o “Marta”, que ya tenía una sentencia de 20 años de cárcel por los atentados contra edificios judiciales, domicilios de jueces y policías, ahora sumó otros 20 años más por la jefatura de la asociación ilícita que disputó a tiros la zona noroeste de Rosario contra la célula de Esteban Lindor Alvarado bajo el gerenciamiento de su ladero Francisco Riquelme, que también está tras las rejas.
Según la acusación, César fundó la organización en 2021 desde el pabellón 8 de Piñero al tejer una alianza con otros reclusos del mismo sector carcelario, que fueron Andy Benítez (27) y Julián “Chizo” Aguirre (25), quienes se criaron en Ludueña y fueron los encargados de reclutar recursos humanos para la empresa criminal, que vendía droga al menudeo, extorsionaba a comerciantes y se tiroteaba con los miembros de la presunta banda de Riquelme.
Por el grado de incidencia en los delitos que se cometieron y la toma de decisiones dentro de la estructura, Andy Benítez y Julián Aguirre recibieron la misma pena que Matías César, de 20 años.
Aguirre y Benítez, de acuerdo a la teoría llevada a cabo por Socca, eran quienes ordenaban las extorsiones, usurpaciones y balaceras –a personas de la otra organización o a quienes tenían negocios y se negaban a pagar por una falsa “protección”–. Generalmente, delegaron todas las instrucciones en Mauro Javier Gerez (30), quien este martes aceptó una pena de 9 años de prisión como organizador de la asociación ilícita.
Gerez, según el fiscal, fue “el jefe de los sicarios” de la banda y la persona de confianza de Benítez y Aguirre.
El otro organizador de la estructura, de acuerdo al legajo, fue Oscar Omar “Nenu” Ramírez (34), considerado “gerente extramuros” de los líderes, al que le dieron 12 años de cárcel este martes. Tenía mayor vínculo con Andy Benítez y era el principal responsable de la recepción, distribución y venta de droga al menudeo en los búnkeres, por lo que también reclutaba soldaditos y les daba tareas de índole delictiva.
Ramírez era el que llevaba el control de la droga a los soldaditos, del dinero –que era anotado en los famosos “Cuadernos de la droga”–, de las armas y de los cartuchos. Su caída tuvo lugar en octubre de 2022 y fue mediática, ya fue ocurrió a la salida del partido jugado entre Rosario Central y Colón en el Gigante de Arroyito, en un seguimiento hecho por la Policía a la salida de la cancha, donde sabía que podía acudir, tal como se desprende de la escena de la película argentina "El secreto de sus ojos".