Las abogadas de Alexis C. M., el joven conductor de una Hilux al que varios policías le “plantaron” armas que habían sido utilizadas en atentados, relataron cómo fue el “procedimiento viciado” que empezó la noche del 30 de enero y se extendió hasta la madrugada del 31 de enero. Comentaron que primero le requisaron la camioneta dos veces en presencia de testigos y luego lo hicieron manejar a él hasta otro punto de la ciudad con la excusa de un examen del alcoholemia, aunque al llegar lo esposaron y le colocaron una bandolera con las tres pistolas que habían sido usadas en balaceras ocurridas entre diciembre y el pasado mes.
“Alexis dio un relato pormenorizado del recorrido de esa noche. Fue muy preciso. En la noche del 30 de enero fue a un local de Pellegrini a ver un partido de Newell’s (esa noche jugó ante Lanús de visitante) y estuvo con varias personas. Después fue hasta el Monumento y volvió al Fonavi. Todo esto a través de las cámaras se pudo corroborar”, señaló Elma Zapata en diálogo con el programa Radiópolis (Radio 2).
El joven, según denunció, al llegar a pasaje Ancuña y Rouillón fue frenado en un control por el Comando Radioeléctrico. “En una primera etapa, intervinieron dos móviles del Comando. La gente los conocía porque permanente dan vueltas en la zona. Lo agarraron a él y lo sindicaron como el conductor del vehículo. Hasta ahí, un procedimiento común. Le requisaron dos veces el vehículo, esto dicho por mi defendido y por testigos. Le prendieron las luces, corrieron los asientos. No encontraron nada”, amplió.
“Ahí sucede que lo detienen, lo suben a su camioneta Hilux y él mismo maneja la camioneta con la condición de que debía hacer alcoholemia. Lo llevan escoltado hasta 27 de Febrero y Teniente Agneta, donde se activó ese procedimiento donde le encontraron una bandolera con tres pistolas. En el trayecto subieron a un oficial”, expresó Zapata.
La abogada indicó que en 27 de Febrero y Agneta los agentes ya convocaron a testigos de procedimiento y lo esposaron. “Él dijo en todo momento con quién había estado, con cuántas personas. No negó nada. Es gente que conoce de Newell’s, una amistad, pero eso no te posiciona como un actor responsable de ningún evento”, aseguró.
“Fueron directamente a él. Fue direccionado. Sabían que las otras personas podían reaccionar y no iban a permitir que las requisaran. Fue bastante grotesco. Después, justificaron el cambio de lugar (de Ancuña y Rouillón a 27 de Febrero y Agneta) por supuestas amenazas. Tengamos en cuenta que esto fue a la 1, 2 de la madrugada”, enfatizó.
Por este caso que lleva adelante el fiscal Franco Carbone fueron detenidos cinco policías el pasado domingo. Serán imputados este miércoles en el Centro de Justicia Penal. Según adelantó el funcionario del Ministerio Público de la Acusación, están sospechados de “encubrimiento de balaceras a objetivos importantes que tuvieron por objeto amenazar al gobernador y a distintos funcionarios provinciales”.
En la causa se pudo determinar que las pistolas “plantadas” fueron usadas en la balacera contra una sucursal del banco Macro, el hospital de emergencias Clemente Álvarez, la comisaría 19ª, el ataque a la sede de la Tropa de Operaciones Especiales y contra una estación de servicios de la zona sudoeste, hechos ocurridos entre diciembre y el pasado mes.