Ernesto Turcato, es el director ejecutivo de la Incubadora de emprendimientos biotecnológicos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y un divulgador de las posibilidades que ofrece la bioeconomía para el sector del agro y la economía argentina. En su paso por el podcast de Rosario3, Turcato propone de mínima dos ideas: inversión público-privada sostenida en el tiempo y condiciones políticas de consenso que ofrezcan un norte para cumplir objetivos que requieren de estabilidad.
La bioeconomía es un sector científico tecnológico en donde el país tiene una ventana de oportunidad para ubicarse mejor en el mundo, pero para eso se precisa: inversión sostenida—en educación y ciencia por parte del Estado y en I+D y apuestas productivas de los privados—junto con condiciones políticas que exceden gobiernos, partidos y coaliciones.
El tema adquiere actualidad también porque como consecuencia de la guerra en Ucrania y el estrés generado en los mercados de granos, la variante HB4 de trigo transgénico, creada por Bioceres y el Conicet, fue aprobada por Estados Unidos para consumo humano. Esto abre una nueva vía de entrada de divisas al país y un lugar relevante entre los creadores de semillas que dominan el mercado de transgénicos. Un logro de este tipo fue posible como consecuencia de una larga historia entre ciencia básica pública y sector privado que ubicó Argentina en una posición de privilegio ante el cambio de escenario que propicio la guerra en Europa. El desafío, entonces, es generar un entorno que haga posible la multiplicación de casos como el de Bioceres. "Tenemos que armar ligas competitivas y clubes fuertes, no sólo celebrar la aparición de estrellas", ejemplificó -en términos futboleros-.
Y la llave está en agregarle ese valor bio a la agroindustria porque es un sector que tiene la fortaleza para competir al nivel global. Argentina es el tercer exportador de soja del mundo y el primero en derivados como harina y aceite. Santa Fe es la base de operaciones de empresas que apuestan a la biotecnología y de productores ávidos por aplicar nuevas formas de producción. Rosario en particular representa el segundo hub de exportación de granos más importante del mundo, solo lo supera Nueva Orleans en EEUU. El principal mercado para los productos que salen de los puertos santafesinos es China, pero la realidad es que lo que genera el país en materia de agro llega a países de todo el planeta. El agronegocio es un sector productivo en donde Argentina tiene un saber hacer y condiciones naturales que le permiten sentarse a la mesa grande de un negocio que demanda el mundo.
Este episodio forma parte de la serie sobre Argentina que lanzó Desde la Redacción para abordar las complejidades y virtudes que posee el país para su desarrollo. El objetivo de estas entregas es comprender el escenario actual y buscar alternativas e ideas por fuera de la caja que ayuden a vislumbrar una etapa diferente de los ciclos económicos que comenzaron con la última dictadura militar y nuevas formas de sociabilidad política y comunitarias que reduzcan la grieta.
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