El temporal de viento, lluvia y granizo que se desató en Cosquín durante la tarde modificó radicalmente el ambiente. Después del agobio del sábado, la baja temperatura registrada el domingo influyó y produjo una merma considerable en la convocatoria del festival. Pero no impidió la realización de homenajes y no frenó el protagonismo de la música santiagueña en el escenario mayor.
El grupo cordobés La Callejera inició la artística de la noche con la celebración de los veinte años de trayectoria. El conjunto liderado por Ariel "Chaco" Andrada es el padrino del poncho coscoíno, uno de los símbolos del festival, situación heredada de Los Trovadores, quienes le entregaron la sucesión en el escenario hace unos años.
Con el protagonismo de los bailarines del Taller "Dalmacio Manta", La Callejera produjo una atractiva puesta en escena donde también se destacó una bailarina rosarina: Caro Trebino, quien lleva adelante en Rosario el reconocido proyecto La Trunca. Otro rosarino, el fotógrafo Alejandro Rodríguez, fue mencionado por el cantor al interpretar "Entrerriana y federal", la chamarrita cuya letra le pertenece a Alejandro y que La Callejera cantó junto al público.
Sofía Assis estuvo en el lote de nuevos valores. La cantora tucumana fue Premio Revelación el año pasado y este año tuvo nuevamente la chance de mostrar su propuesta, con el agregado del jujeño Bruno Arias como invitado. También, dentro de la nómina de artistas emergentes, pasaron por el festival la también tucumana Belén Herrera, el grupo chaqueño Vale el Trago y el dúo santiagueño Heredero.
Celebrando el centenario de su nacimiento, en horario central se concretó el homenaje al notable poeta Hamlet Lima Quintana. Con la imagen del poeta en pantalla y con el recuerdo de parte de su obra, artistas históricos e importantes que han tenido vínculo artístico y personal con Hamlet formaron parte del contenido. Enrique "Quique"Llopis aportó un documento vinculado con Rosario: el registro del espectáculo compartido con Hamlet en el teatro Astengo en 1991. Se ofreció parte de la obra musicalizada y poemas recitados, con las voces de Carlos Bergesio, Julio Lacarra, Mónica Abraham, Casiana Torres, Marián Farías Gómez y Felipe Lima (hijo de Hamlet). En el armado musical estuvieron Jorge Giuliano, Leo Bernstein, Martín Castro y Martín Lima (nieto del poeta).
Tucumán y Catamarca trajeron su muestra al espacio reservado para las delegaciones provinciales. El público atento acompañó con euforia el paso de los representantes de estas regiones.
El tramo final de la segunda noche tuvo aires santiagueños. El dúo Orellana Lucca, una de las propuestas consolidadas en el mundo del folklore, mostró temas de "Sendas", el más reciente disco, y algunas canciones del repertorio anterior. Le costó a los animadores cerrar el momento, el tiempo de actuación se agotó, pero la gente encendida pedía algo más. El dúo cumplió con los seguidores en la madrugada, con una actuación sin tiempos en "La fiesta del violinero", la peña de Néstor Garnica.
Los Carabajal están finalizando los festejos por los cincuenta y cinco años de historia. El grupo surgido en La Banda en 1967, continúa con el legado de sus fundadores, entre los cuales estuvo Kali Carabajal, que aún integra la formación. Protagonizaron el cierre de la noche, con repertorio para escuchar y para bailar. En el final incluyeron "Dejame que me vaya", "Entre a mi pago sin golpear", "Entra a mi hogar" y "Desde el puente carretero", entre otros clásicos.
Cosquín ofrece ya desde el inicio una interesante grilla artística en el escenario mayor y se agrega el contenido atractivo de las peñas por donde también pasan artistas importantes que están o no en el festival. La gastronomía de estos espacios es otro de los atractivos que se ofrecen, con presencia mayoritaria de familias que no ingresan al festival y optan por estos sitios.
La exitosa temporada turística de Córdoba aporta mucha visita ocasional, gente que transita las calles de Cosquín y produce el paisaje típico durante el festival, además de sonar mucho folklore en la ciudad.