El programa Nueva Oportunidad comenzó hace cinco años con 300 jóvenes en Rosario y talleres de capacitación en oficios y creció hasta llegar a más de siete mil en toda la provincia. Esa experiencia novedosa, por su forma de articulación con organizaciones sociales, se expone en un nuevo libro.
“Nueva Oportunidad. Las huellas de un camino”, es el trabajo que agrupa textos, fotos y testimonios de los chicos y chicas que participan de la experiencia. La presentación es el domingo 9 a las 17 en la Feria del Libro.
Venir acá, me cambió todo. Yo no sabía hacer nada y ahora hago pizzas, bizcochos, panes
“A mí, venir acá, me cambió todo. Yo no sabía hacer nada y ahora hago pizzas, bizcochos, panes... pero lo que más me gusta es el grupo, saber que hay chicas a las que les pasa lo mismo que a mí, que si mando un wasap me van a escuchar, y eso es lo más”, dice uno de los integrantes de los talleres.
Esas capacitaciones se realizan en barrios e instituciones de la ciudad, por ejemplo el espacio para aprender el oficio de “Peón y vareador” que se desarrolla en el Hipódromo y que, entre otros objetivos, busca reconvertir a los ex carreros de Rosario, ya sin caballos.
Ese tipo de testimonios junto a fotos de los protagonistas y los espacios, además del desarrollo del programa y sus objetivos, componen el libro que será presentado el domingo por el director del Nueva Oportunidad, Luciano Vigoni, el periodista, escritor y director de Anfibia, Cristian Alarcón, el periodista y conductor Diego Iglesias, y la jefa de redacción del diario El Ciudadano, Silvina Tamous, quien será la moderadora de la mesa.
La construcción colectiva
“Las y los jóvenes que nacen en la periferia de las grandes ciudades latinoamericanas, en condiciones materiales infinitamente desfavorables, representan la expresión máxima de la perversión del sistema en el que vivimos, donde la desigualdad y la violencia se cruzan en una combinación que determina sus condiciones existenciales de vida”, dice la contratapa del libro.
“El Nueva Oportunidad –sigue– tiene su esencia allí, donde confluyen distintos saberes de experiencias barriales, comunitarias y populares. Con el afán de recuperar esos conocimientos, esos quehaceres propios, desde donde la realidad late para producir otras subjetividades, que no son ni perfiladas ni impuestas desde la lejanía, sino que son llevadas adelante por los propios referentes de esa colectividad”.
“Este libro intenta hacer visible una experiencia, registrar las huellas de un camino diferente de pensar y construir colectivamente políticas públicas con jóvenes, que no aspira a diseñar formatos definitivos, lineales y normativos de abordaje, sino que su horizonte se encuentra en la construcción colectiva de un sujeto social comprometido con la realidad de su tiempo”, señala.