A la Delio Valdez se la puede definir como la banda de cumbia que agota entradas. O una novedosa cooperativa de músicos. O como ellos mismos se autoperciben, una “familia”, y lo relacionan de manera directa con la forma de trabajar que la banda mantiene desde el 2009.
Como adelanto de lo que se vivirá el próximo fin de semana en Rosario con entradas agotadas, Agustina Massara y Pablo Broide (saxofón alto y tenor) se enfrascaron en una charla amena y distendida con Rosario3, en la que contaron detalles del trasfondo de la banda, ya que la música es solo una arista de lo que hacen.
“El cooperativismo genera esos vínculos de familia, es una forma de concebir el trabajo de una forma distinta. El trabajo se vincula con tu vida acá, las relaciones son otras, nos acompañamos en las alegrías y también en las tristezas. Son muchos años a la par. Entre nosotros somos el vehículo para realizarnos individualmente”, comenzó diciendo Broide respecto a todo lo que se genera entre los 15 músicos que hacen vibrar a miles de espectadores en cada presentación.
Y agregó aspectos personales. “Con la Delio hice realidad mi sueño de trabajar en la música, podría haberlo hecho con cualquier otro músico o banda pero no se compararía con este proyecto en dónde políticamente y artísticamente me siento identificado”, remarcó.
Con respecto a la cumbia y todo lo que genera en el público desde que se levanta el telón, el músico dijo: “Para mí es muy superador. Hacer bailar y generar alegría en la gente le da mucho sentido a mi vida”. Todo mientras su compañera asentía con una amplia sonrisa en la boca.
Durante los meses de pandemia, cuando la escena artística quedó suspendida, La Delio Valdez no paró. Se las ingeniaron por medio de la virtualidad para crecer juntos. “Lo primero que hicimos fue una asamblea. La Delio era el motivo para levantarnos todas las mañanas”, acotó Broide.
Esa es la forma en la que la banda decidió surfear malos ratos y alcanzar la cima, todo de manera colectiva desde sus inicios. “Fue una manera natural de trabajar: reuniones semanales, autogestión. Todo lo que sucede en la Delio pasa por todos y eso desembocó en la cooperativa”, mencionó Agustina. Y su compañero agregó “Nos dimos cuenta de que el 'todos hacemos todo' era cooperativismo”.
La pyme musical
En la actualidad, La Delio Valdez es ejemplo de cooperativismo dentro de la industria musical y si bien ellos sostienen que muchas bandas se manejan de la misma manera, fueron los pioneros en visibilizar el concepto. En la actualidad la pyme musical sostiene aproximadamente 25 hogares mensualmente.
La máquina de la diversión y talento funciona a todo ritmo. Tanto así que durante marzo y abril los integrantes de la banda invirtieron en una gira por México y aún así recibieron su sueldo del 1 al 5 de cada mes con la cooperativa trabajando. “Eso es un orgullo total”, apuntó Pablo.
Uno de los motivos que convocó a la banda a trabajar de esta forma fue el hecho de ser músicos y “estar cansados de no poder tener tarjeta de crédito, obra social, haberes para el alquiler o aportes jubilatorios”. En este sentido ambos hicieron hincapié en la precarización de los trabajadores culturales, una problemática que se sufre de norte a sur del país.
“Algo tan simbólico como que en cada show nos daban pizza, como si los artistas nos alimentáramos de eso. Laburábamos jueves, viernes, sábado y domingo en distintos bares y todos creían que la pizza era lo que teníamos que comer noche tras noche”, apuntó el saxofonista y Agustina agregó otro motivo que se relaciona: “Hay artistas que pagan para tocar, alquilan espacios y llegan a acuerdos ridículos para poder subirse al escenario”.
Comprometidos
La Delio es una orquesta que se involucra con los derechos humanos y que incluso sus canciones reflejan reclamos sociales, ellos se autodenominan como una “banda sumamente política pero no porque defendamos un partido en particular sino porque defendemos la industria cultural desde el lugar de mejorar las condiciones de esos trabajadores”, describió Broide.
“Vemos poco a nuestras familias, no estás en el cumpleaños de nadie, pasamos horas estudiando un instrumento, ensayando. Hacemos gira de prensa antes de los shows. Es un trabajo y nos merecemos los mismos derechos que cualquier otra persona”, agregó con respecto a las carencias de la industria cultural y el reclamo ferviente de considerar trabajo al arte.
Defendemos la industria cultural desde el lugar de mejorar las condiciones de esos trabajadores
Otro de los temas que se conversaron fue la importancia del feminismo y el respeto por la igualdad de género. El movimiento por los derechos de las mujeres y disidencias impactó con fuerza y compromiso dentro de la banda. “Estamos constantemente debatiendo. Son tiempos bisagra y en el grupo cambiaron muchas cosas pero individualmente también. Sin embargo, todavía falta muchísimo en el medio de la música más allá de que el debate se esté dando”, consideró Agustina.
“Fuimos tomando decisiones y vamos sumando conceptos y cosas que tienen que ver con el debate social también. Desde reglas internas a protocolos”, coincidieron. E incluso marcaron dos cambios radicales: la ropa de los shows y las letras de las canciones, también de aquellas a las que se acercan como colaboradores.
“La música está muy presente en el espacio concebido por y para hombres. Y las mujeres tenían determinados instrumentos”, aseguraron. Por eso la banda adrede buscó la paridad de género. Sus productoras, iluminadoras y próximamente una “plomo”, están a cargo de mujeres. “Es una búsqueda, un criterio que tenemos”, cerró Pablo.
Con 13 años de trayectoria dentro de La Surca Latinoamericana, ambos músicos sostienen que "lo que nos mantiene unidos es la magia de lo que sucede musicalmente. Como en las parejas que está todo mal pero te reencontrás, lo hablás y está todo bien otra vez”, dijeron entre risas. Y apuntaron al apoyo incondicional de la gente. “Comenzamos post Cromañón, no había espacios para tocar y realmente fue todo a pulmón y corazón”.
La orquesta espectáculo
Cada vez que La Delio sube a un escenario, más allá del clima, se huele el carnaval. “Sublimamos el dolor con cumbia”, mencionó Pablo y no se equivoca. La gente baila, canta, se abraza y agradece el momento.
"Una de las responsabilidades más grandes que tenemos es con nuestro público. A mí me encanta charlar con quienes vienen a los shows y siempre termino llorando porque me cuentan historias durísimas de vida y mencionan que la música de La Delio los ayudó a salir”, contó Pablo.
La gran familia de la Delio Valdez no para de crecer. En los últimos meses muchos de sus músicos fueron padres. “Es la segunda camada de delitos y delitas”, contaron y aseguraron que cada integrante pudo organizarse para disfrutar de los días de licencia correspondientes a la maternidad y paternidad.
“Era importante para nosotros marcar ese antecedente, Ivonne (voz líder de la orquesta y ex Bandana) se mantuvo al frente de las giras hasta el sexto mes y luego tuvo cuatro de licencia. Estamos muy agradecidos. Nunca vimos a Madonna cantando embarazada por ejemplo”.
Para finalizar, Agustina destacó: “Todo esto es posible por la horizontalidad de la banda”.