Si bien cualquier día en bueno para comenzar, seguir o repetir una lectura, el calendario tiene una fecha para darle un envión extra al mundo de la literatura y los libros. Y el 24 de abril es el elegido para celebrar el Día Internacional del Libro.
Por decisión de la Unesco, la marca en el calendario se estableci. para conmemorar (la misma) fecha en la que fallecieron en 1616 William Shakespeare, Miguel de Cervantes Saavedra y el Inca Garcilaso de la Vega.
Como la celebración solo distingue autores, abajo hay una lista con seis novelas de autoras argentinas publicados en el último año.
La virgen cabeza, de Gabriela Cabezón Cámara. Reeditada este 2019 por Penguin Random House, la novela narra la historia de amor entre Qüity, una cronista de la sección policial de un diario, y Cleopatra, una travesti que decide abandonar la prostitución después de que se le aparece la Virgen. Siguiendo los consejos de la divinidad, organiza en la villa El Poso, donde viven, una feliz utopía.
Catedrales, de Claudia Piñeiro. Publicada por Alfaguara el último marzo, la trama policial comienza con el hallazgo del cuerpo quemado y descuartizado de una adolescente en un descampado. Treinta años después, el crimen sigue sin aclararse, y su familia y entorno se desmoronaron.
Fugaz, de Leila Sucari. “La primera vez que lo vi me dio asco”. Así comienza la novela publicada por Tusquets cuya protagonista acaba de ser madre. A esa reacción le seguirán otras, algunas más amorosas, otras más mordaces, pero todas signadas por una mirada incisiva que evita cualquier lugar común y da cuenta de un tiempo suspendido y casi alucinatorio.
El día que apagaron la luz, de Camila Fabbri. Publicada por Seix Barral el último febrero, la novela ofrece un resgistro en primera persona sobre los sueños y las pesadillas que poblaron las cabezas de los jóvenes sobrevivientes a la tragedia de Cromañón.
Ya no pienso en el invierno, de Morena Pardo. En la nouvelle publicada por la editorial Patas de Cabra se despliegan, a partir de un monólogo interior, las vivencias de una joven diseñadora gráfica con padecimientos de salud mental.
Cuaderno de V, de Virginia Ducler. Editado por Mansalva, en esta autoficción hay tres agonistas: un padre brutal, un ex juez que viste camisa como la muerte; una madre maleable y resignada, y la protagonista, que lleva el único nombre dulce del relato, Dziewica, transformado en Vica, para poder pronunciarlo; nombre de prostituta judía y polaca que evoca, en sus resonancias, el más allá de una narración desolada.