El denominado barrio Olímpico, inaugurado hace tan solo un año en el noroeste de Rosario, parece abandonado a su suerte. Yuyos de más de dos metros de alto, ratas, caballos, víboras y todo tipo de alimañas se pasean en el terreno que está frente al caserío, que empezó a ser habitado en diciembre de 2017. Y ni hablar de la inseguridad, que se manifiesta a toda hora. Los vecinos se sienten caídos del mapa y no lo dicen en sentido figurado: “Ni siquiera figuramos en el Google Maps”, dicen.

El periodista de El Tres, Pedro Levy, se ubicó entre los matorrales para presentar el móvil en vivo para De 12 a 14, para que los televidentes tuvieran una idea de las malezas que dominan la escena a metros de las viviendas del barrio Olímpico.

Allí vive por ejemplo Celina, una joven discapacitada que hace algunos años fue noticia porque no podía hacer su rehabilitación ya que vivía en un segundo piso junto a sus padres enfermemos.

“Yo vivía en Rucci y tenía que bajar dos pisos para hacer rehabilitación. En su momento (el secretario de Estado del Hábitat de la provincia) Diego Leone vio la nota de Canal 3 y se ocupó del tema, me consiguió esta vivienda adaptada y así cambió mi vida”, relató la muchacha.

“Pero ahora con todos los vecinos estamos padeciendo esta situación; nadie se hace cargo de nada, la Municipalidad dice que no les corresponde”, describió Celina.

Otro vecino manifestó que “hay robos; los delincuentes roban y descartan cosas o se esconden entre los matorrales”. Y agregó: “Ya hemos agarrado tres víboras grandes, que no sabemos si son venenosas y acá hay muchos chicos”.

También dijo que "acá tenemos sistemas de alarmas, pero la seguridad no puede llegar porque dicen que no les figuran las calles; ni siquiera figuramos en el Google Maps". 

También indicaron que “el colectivo ya no entra al barrio por los robos que sufren los colectiveros”. Y confiaron que “desde que nos entregaron las casas, nos viven robando”.