Venus pasará hoy por delante del Sol. El acontecimiento dura siete horas y se conoce como "tránsito de Venus". Según los expertos, es un hecho muy importante para el estudio de ese planeta y será la última vez que suceda en este siglo.
.Se van a utilizar las sondas desplegadas en el espacio para obtener medidas y conseguir la mejor visión del fenómeno, aunque desde la tierra sólo se podrá ver de manera completa desde Estados Unidos, Hawai y Alaska, informó la NASA, según despacho de Europa Press.
Los expertos señalan que, además de ser un hecho de gran belleza para los astrónomos, también es muy importante para el estudio de Venus.
Los tránsitos de Venus son acontecimientos muy poco frecuentes. Tienen lugar 4 tránsitos en períodos de 243 años, con un intervalo de 105,5 años; 8; 121,5 y 8, es decir, el último fue en 2004 y el próximo no tendrá lugar hasta diciembre de 2117.
Los tránsitos de Venus jugaron un papel importante en la historia de la astronomía. Científicos y exploradores, planificaron grandes expediciones para observar los dos tránsitos ocurridos en 1761 y 1769, pretendían utilizar el principio de la paralaje para calcular la distancia desde la Tierra al sol.
Venus era la clave, según el astrónomo Edmund Halley. Se dio cuenta de que observando el tránsito desde varios lugares de la Tierra debería ser posible triangular la distancia a Venus. La idea impulsó a los científicos que partieron en expediciones a todo el mundo para ver los tránsitos de 1760.
El gran explorador James Cook fue enviado a observar uno en Tahití, un lugar tan ajeno a los europeos del siglo XVIII como la Luna o Marte puede ser hoy. Algunos historiadores llamaron a este esfuerzo internacional "el programa Apolo del siglo XVIII".
El mal tiempo, la óptica primitiva, la natural "confusión" de la atmósfera de Venus y otros factores impidieron a los primeros observadores la recolección de los datos que necesitaban. El momento adecuado para un tránsito tendría que esperar un siglo hasta la invención de la fotografía.
A finales del XIX, los astrónomos armados con cámaras finalmente midieron el tamaño del Sistema Solar como Edmund Halley había sugerido.