Las rutas y accesos de la región centro permanecían con calzadas húmedas, resbaladizas y con banquinas inestables por la presencia de lluvias y lloviznas. Ante este panorama, la Agencia Provincial de Seguridad Vial, pidió extremar las medidas de precaución al transitar.

De acuerdo al informe elaborado, la situación era la siguiente este martes a la mañana:

Autopista Rosario-Santa Fe: desde las 7.30 por reparación de cableado aéreo, se realiza paso alternado entre los kilómetros 130 y 134, a la ltura de la localidad de Sauce Viejo. Circular con precaución.

Ruta nacional 34: se encuentra interrumpido el tránsito en forma total por agua en calzada entre las localidades de San Genaro y la intersección con Autovía Nacional° 19. Se instrumentan desvíos mediante este último corredor y la ruta provincial 65. Se sugiere circular con máxima precaución y preveer eventuales demoras.

Ruta provincial 94: se recuerda que por por desborde de agua sobre la calzada en la localidad de Teodelina, en ruta nacional 8 y ruta provincial 94, personal de PSVse encuentra indicando que no se puede llegar hasta dicha localidad por ruta provincial 94, sólo hasta Villa Cañas. Se solcita respetar las recomendaciones de desvíos.

Ruta nacional 11: se sugiere extremar la precaución y disminuir la velocidad notablemente a la altura de la localidad de Iriondo, en el kilómetro 504. En este punto la calzada se encuentra reducida por presencia de agua.

Ruta nacional 9 (vieja): debido al descalce de un estribo del puente sobre el arroyo Tortugas la circulación se encuentra totalmente interrumpida para vehículos pesados. Se solicita desviar hacia la Autopista Rosario-Córdoba. Cabe destacar que el tránsito liviano circula normalmente.

El fenómeno del acuaplaneo

Cuando se acumula agua en la calzada se produce un fenómeno físico muy frecuente en la conducción que es el “acuaplaneo” y se presenta cuando un vehículo ingresa a alta velocidad a un charco de agua, provocando la separación entre la llanta y el pavimento. En esas condiciones, la misma pierde contacto con el pavimento produciendo una gran inestabilidad del vehículo.

La única forma de evitar el acuaplaneo es bajar la velocidad de circulación todo lo que sea necesario para que las llantas puedan cortar la película de agua que se tiene que atravesar y no pierdan el contacto con el asfalto, y de esa manera mantener el control sobre el vehículo.

Si este efecto sorprende al conductor, ya dentro del charco de agua, por ningún motivo se deben ejecutar maniobras bruscas, sino que hay que tratar de desacelerar sin aplicar los frenos bruscamente y esperar a que el vehículo pierda velocidad y recupere el control.