La vitamina D es uno de los micronutrientes más conocidos por una de sus particularidades y para sintetizarlos es necesario tomar sol, ya que la dieta no alcanza con lo que determinados alimentos proveen.
Es por ello que todos los aspectos que tengan que ver con el sol y la forma de tomarlo son importantes, como por ejemplo los efectos de la protección solar.
Según una nueva investigación, comunicada por Télam, a cargo de un equipo encabezado por la doctora Kim Pfotenhauer de la Universidad de Touro (California), publicado en el Journal of the American Osteopathic Association, es posible que la protección solar atente contra la vitamina D.
Si bien, la protección es imprescindible para disminuir el riesgo de enfermedades de la piel, incluyendo el cáncer o melanoma, este trabajo pone vuelve poner en el ojo de la tormenta su efecto colateral: evitar la correcta síntesis de la vitamina en cuestión.
Según esta nueva revisión, el uso de protección solar debería evitarse incluso a mediodía durante 30 minutos dos veces a la semana para mantener unos niveles normales de vitamina D -a pesar de que las recomendaciones actuales afirman que las horas comprendidas entre las 12 y las 16 son las más peligrosas para exponerse al sol.
Tras revisar estudios clínicos sobre la falta de vitamina D, los investigadores llegaron a la conclusión que la protección solar con factor 15 puede, incluso, llegar a reducir la producción de vitamina D3 hasta un 99 por ciento.
De todas maneras, la investigación también sugiere que algunas enfermedades crónicas, como la diabetes o la celiaquía, también contribuirían a producir esta falta de vitamina D.
La vitamina D es imprescindible en el organismo, ya que contribuye a una correcta salud ósea y forma parte del metabolismo del calcio, ayudando a absorber al mismo a nivel del intestino. Además, dicha vitamina también participa en otras funciones corporales, tales como la correcta función muscular y nerviosa, o a nivel del sistema inmune.
La falta de vitamina D puede llegar a provocar pérdida de densidad ósea, lo cual llevaría a la osteoporosis e incluso a fracturas óseas.
Asimismo, también concluyen que patologías crónicas como la enfermedad de Crohn, la diabetes o la enfermedad renal crónica juegan un papel clave en la falta de esta vitamina en todo el mundo.
Los investigadores sugieren el uso de suplementos de vitamina D, los cuales evitarían el riesgo asociado a la exposición solar sin protección, eso sí, con previa consulta a un especialista.
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