Un norteamericano de 68 años sufrió una gravísima infección luego de ser arañado por su gato. En el hospital le detectaron una enfermedad que registra un 60% de fatalidad en caso de no ser tratada adecuadamente.
Concretamente este hombre estuvo una semana con fiebre y se les inflamaron terriblemente los ganglios que adquirieron un aspecto rojizo, lo que lo impulsó a ir al hospital, según publicó The New England Journal of Medicine y reprodujo IFL Science.
Allí le diagnosticaron que sufría tularemia glandular, una infección causada por la bacteria Francisella tularensis, que puede encontrarse en las aves y en muchos mamíferos.
Cuando los médicos entrevistaron al paciente, este contó que había comenzado a sentirse mal tras la muerte de su gato, y que el veterinario certificó que el animal había fallecido a causa de la leucemia felina, una enfermedad cuyos síntomas se parecen a los de la tularemia glandular.
Entonces los facultativos corroboraron su diagnóstico y concluyeron que fueron los arañazos de la mascota la causa del contagio, con lo que pudieron suministrarle el tratamiento adecuado para curarlo.
Más allá de esto, aclararon que este tipo de infección es muy poco común, incluso entre quienes tienen animales en su casa, y que si es detectada a tiempo, no reviste complicaciones.