Familiares de los 239 ocupantes del vuelo MH370 de Malaysia Airlines conmemorarán este jueves el cuarto aniversario de la desaparición del avión, con la esperanza de que una nueva operación de búsqueda resuelva el mayor misterio de la aviación mundial.
El 8 de marzo de 2014, el Boeing 777-200 de la compañía malasia salió de Kuala Lumpur, la capital de Malasia, con destino a Beijing, China, pero nunca llegó a destino: 40 minutos después del despegue, el aparato desapareció de los radares civiles.
Dos semanas después de la desaparición del avión, radares militares detectaron que durante las siete horas posteriores a la pérdida de contacto, el aparato había emitido señales.
Revelaron que tras dar varios giros en el aire, el avión cambió radicalmente su ruta y estuvo volando varias horas hasta que se quedó sin combustible y cayó en algún lugar del océano Índico, al oeste de Australia.
En enero de 2017, el gobierno malasio suspendió la búsqueda con el único logro de haber hallado tres trozos del avión en la isla Mauricio, en la isla Reunión y en una isla de Tanzania.
La evidencia sirvió para conocer el destino trágico del aparato aunque no para determinar en qué lugar cayó exactamente ni para saber que ocurrió dentro de la cabina.
La incertidumbre alimentó innumerables y disparatadas teorías conspirativas, como que el avión fue secuestrado por extraterrestres, que alguien usó un gas para matar a todos los pasajeros o que había entre los pasajeros un grupo de investigadores que hizo invisible el avión.
La hipótesis del secuestro, que explicaría el hecho de que fueran desconectados los sistemas de comunicación y se cambiara el rumbo, fue la más difundida.
También se barajó la teoría del suicidio de alguno de los dos pilotos, el cual podría haber despresurizado la cabina dejando inconsciente a la tripulación y a los pasajeros en apenas 15 minutos.
Esta teoría tiene una variante, que apunta contra el piloto o el copiloto como un atacante suicida.
Asimismo, se ha acusado a Rusia de haber robado el avión, una teoría que solo pudo ser igualada con una acusación en el mismo sentido contra Estados Unidos.
El abogado y escritor británico Michael Shrimpton, por su parte, sostiene que el avión fue hundido por un submarino chino para asesinar a un pasajero que viajaba a bordo, mientras que otra teoría señala que en el mismo horario en el que desapareció el avión, se detectó el impacto de un meteorito en la zona y que podría haber sido contra el avión.
Estados Unidos, además de supuestamente haber robado el avión, también podría haber derribado el aparato por error durante unos ejercicios militares conjuntos con Tailandia en la zona.
Durante casi tres años, aviones, helicópteros, barcos y satélites de 26 países estuvieron buscando el avión en un territorio de casi 8 millones de kilómetros cuadrados, en una operación que costó 150 millones de dólares y que es considerada la más importante de la historia.
Tras más de 1.000 días de búsqueda, la operación se suspendió, ante la impotencia de los familiares de las víctimas que se quedaron sin respuestas.
En enero pasado, una empresa privada estadounidense, Ocean Infinity, fue contratada por el gobierno malasio para hallar el avión en un período de 90 días, en virtud de un acuerdo que estipula que solo recibirá el pago acordado si alcanza su objetivo.
Esta semana, sin embargo, el director de aviación civil de Malasia, Azharuddin Abdul Rahman, dijo que el plazo de 90 días se ampliará unos meses porque el buque que realiza la búsqueda debe recargar combustible en Australia y porque se espera que el mal tiempo demore la operación.
Azharuddin dijo que la búsqueda avanzaba lentamente y que esperaba que se complete para mediados de junio.
"El mundo entero, incluyendo a los familiares, tienen renovada esperanza de encontrar el avión de una vez por todas", dijo el funcionario, citado por el diario local The Star.