Edith Michelotti, la fundadora de Hepatitis Rosario se curó de su hepatitis C. La militante por los derechos de la salud e incansable promotora contra este virus, ya no está enferma. “Es una emoción impresionante, estoy muy contenta. Soy una nueva mujer”, celebró en diálogo con Rosario3.com. El tan esperado resultado lo obtuvo tras someterse a un nuevo tratamiento contra la enfermedad.
Anoche Edith recibió un llamado que le cambió la vida. Era el doctor Hugo Tanno quien se comunicó para contarle que estaba curada. “Me quedé presa de una emoción impresionante”, contó. La felicidad también era del prestigioso médico, quien acompañó a Edith desde el primer momento. “Yo había hecho un tratamiento entre 2005 y 2006 y fue un fracaso total, muy terrible y desde entonces conviví con este karma hasta que apareció la cura”, agregó.
Edith se sometió, bajo los cuidados profesionales de Tanno, a un tratamiento nacido en Egipto que consistió en tomar 4 pastillas diarias a lo largo de 12 semanas. “Empecé el 8 de marzo, justamente, el día de la Mujer. Y ayer me dio el resultado, no hay virus detectable en mi sangre. Qué lindo”, expresó con suma alegría. “Me parece medio fantástico, medio extraterrestre. Te circula un virus durante 30 años que te va destruyendo el hígado y de repente, no está más”, añadió.
Siempre confiada y esperanzada, Michelotti reflexionó entorno a esta experiencia: “Le debo muchas cosas a mi enfermedad, no soy masoquista –advirtió–no es lindo estar enfermo pero cuando me hice ese tratamiento descrubrí lo que es la hepatitis C, que evoluciona hasta ser cáncer o cirrosis aunque no haya síntomas. Desde que me enteré, consideré que sería una obligación de los gobiernos de todo el mundo explicarle a la población que hay que hacerse la detección”.
En se sentido, Edith siente que ahora que es una mujer sana, reforzará su trabajo en la prevención: “Ahora, más que nunca, tengo que decirle a la gente que se haga la detección porque hace 30 años no se conocía la trasmisión de la enfermedad y cualquiera, tal como me sucedió a mí, puede tener el virus y no saberlo”, destacó.
“Hasta el año pasado yo sabía que algún día me iba a morir por esta enfermedad. Aunque me sentía muy bien, estaba a punto de la sirrosis pero hice el tratamiento y ahora soy una persona nueva”, exclamó y reforzó: “Ahora soy una persona sana que lucha contra la hepatitis”.
Continúa la campaña de vacunación contra la Hepatitis B en Rosario
Este jueves de 8:30 a 13 re realiza una nueva posta de vacunación contra la hepatitis B en la plaza Montenegro de la ciudad de Rosario ubicada en la peatonal San Martín, entre las calles San Juan y San Luis.
En el marco de la campaña de vacunación contra la Hepatitis B que lanzó la cartera provincial el pasado 28 de julio, se realizan consultas, vacunación y se brinda información importante para la prevención de los distintos tipos de hepatitis.
“Desde el mes pasado hemos visto grandes resultados en materia de prevención, habiendo sido inoculados 10 mil santafesinos contra la hepatitis B en el territorio provincial, de los cuales 5.000 son de la ciudad de Rosario”, indicó el ministro de Salud, Miguel González.
A su vez, González sostuvo que debemos “insistir sobre la importancia de la vacuna. Es ni más ni menos que el principal elemento de prevención de esta silenciosa enfermedad”.
Por su parte, la directora Provincial de Promoción y Prevención de la Salud, Andrea Uboldi, resaltó que "la vacuna contra la Hepatitis B está incluida en el calendario nacional de inmunizaciones, y es gratuita y obligatoria, estando disponible para su aplicación en todos los hospitales y centros de salud de la ciudad, durante todo el año. El esquema completo comprende 3 dosis, y no necesita refuerzos".
Tipos de hepatitis
Existen varios virus de la Hepatitis (A, B, C, D y E), que pueden causar infección e inflamación aguda, grave o crónica del hígado, pudiendo a largo plazo llevar a la cirrosis y cáncer del hígado.
La hepatitis A y la E son causadas generalmente por la ingestión de agua o alimentos contaminados; en tanto, que las del tipo B, C y D se producen por el contacto con líquidos corporales (saliva, sangre, semen) infectados.
Las formas de transmisión son por contacto sexual sin protección, transfusión de sangre o productos sanguíneos infectados, los procedimientos médicos invasivos con equipos contaminados y la transmisión de la madre durante el parto.
La hepatitis A se presenta en forma aguda y en general se resuelve, sólo un porcentaje pequeño de los casos puede complicarse y desarrollar una forma fulminante.
La infección aguda puede acompañarse de pocos síntomas o de ninguno; también puede producir manifestaciones como coloración amarillenta de la piel, orina oscura, fatiga intensa, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
En particular, los tipos B y C ocasionan una afección crónica y en conjunto son la causa más común de cirrosis hepática y cáncer del hígado, en tanto que en el caso de la hepatitis C más del 90 por ciento de los pacientes no tiene síntomas cuando contrae la enfermedad y ésta se suele descubrir de forma casual en un análisis o cuando comienza a dar síntomas, porque ha producido una hepatitis crónica o una cirrosis.
Finalmente, entre un 50 y un 70 por ciento de los pacientes infectados desarrolla una Hepatitis crónica. Estos pacientes tienen la enfermedad y además la pueden contagiar a los demás.