El PJ le dijo “no” al proyecto de reforma de la Constitución que impulsa el gobernador Miguel Lifschitz. Los voceros del interbloque de los diputados provinciales del peronismo, Claudia Giaccone y Luis Rubeo, adelantaron que rechazarán la apertura del debate el próximo 29 de agosto, como reclamó el Ejecutivo, porque se trata de un “tratamiento exprés” con “fines electorales”.
Para Giaccone, el llamado a una sesión especial dentro de dos semanas es “una violación de los acuerdos que habíamos alcanzado” ya que, explicó, hay distintos proyectos de reforma que se analizan en cinco comisiones distintas.
“Existen otros proyectos además del oficialista que se han presentado y se están tratando. Esta sorpresa implica un tratamiento exprés de sí o no y una sospecha de interés electoral del gobernador para llegar con su reelección (en 2019)”, dijo la legisladora.
La convocatoria del oficialismo fue leída por los justicialistas como una “deslegitimación de un proceso que viene tratándose bien”. “Somos reformistas. Lo que no vamos a dar es un tratamiento exprés”, dijo.
“No vamos a entrar al recinto. No queremos vulnerar los tiempos. Este debate tiene un solo objetivo: que el actual gobernador tenga la posibilidad de competir el año próximo”, reforzó Luis Rubeo.
El legislador calculó que de habilitar la reforma “tendríamos que estar votando constituyentes para Navidad”. “El justicialismo es reformista pero sigue el tratamiento en comisiones”, recalcó.
El oficialismo necesita los dos tercios de los legisladores para poder llamar a una elección de constituyentes que encaren la reforma. Le faltarían unas diez voluntades para llegar a ese número por lo que necesita aliados. El PJ, aclaró este jueves, no está dispuesto a asumir ese rol.