Es muy común que cuando alguien está en períodos de examen descuide mucho su alimentación con el argumento de que no tiene tiempo para cocinar. Lo paradójico es que se trata del momento en el que mejor debe alimentarse.

El sitio Cómo Estudiar dio una serie de consejos a la hora de la dieta que deben llevar adelante aquellos que están en esas duras semanas de estudio.

Los productos que directamente deben ser descartados de plano son: gaseosas, embutidos y carnes que tengan un alto contenido graso, comida chatarra, snacks, golosinas.

Está demostrado que comer estos alimentos con cierta regularidad hace descender los nutrientes de nuestro organismo, sobre todo la vitamina B, la cual es indispensable para el sistema nervioso.

Por ejemplo, al comer golosinas se están ingiriendo pequeñas cantidades de aluminio que llevan a la hiperactividad y a la pérdida en la memoria. Incluso a largo plazo puede derivar en Alzheimer y Parkinson.

Es por eso que para mejorar el rendimiento intelectual, es recomendable:

Glucosa de alimentos sanos como la miel: resulta maravillosa para las neuronas.

Frutos secos: también son un excelente alimento para el cerebro, ya que tienen un alto contenido en vitamina B.

Agua: se debe consumir con frecuencia para hidratarnos y por lo tanto hidratar nuestro cerebro. Se aconseja un mínimo de seis vasos de agua al día.

Pescado: es muy bueno por su alto contenido en fósforo.

Banana: aporta mucha energía, ideal para aguantar largas jornadas de estudio gracias al potasio.

El día que se va a rendir, es aconsejable desayunar bien, con una infusión con leche, tostadas con miel y avena, o alguna mermelada, y un jugo natural. Tampoco hay que sobrepasarse porque sino la comida traerá sueño.