Tras varias jornadas de intenso calor y de alerta amarilla, este lunes feriado llegó el agua y trajo algo de alivio en Rosario y la región, pero el aire continúa pesado.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) lanzó un aviso a corto plazo por tormentas fuertes. Éstas llegaron a la ciudad cerca de las 16, con ráfagas y mucha lluvia, que cayó intensamente durante casi una hora y provocó anegamientos temporarios.
La temperatura, superior a los 30 grados pasado el mediodía, descendió a poco más de 20 a media tarde. De todas maneras, quedaba un rato de sol, con una humedad del 98 por ciento que poco dejaban disfrutar el bajón en el termómetro.
Para el martes, también festivo por el Carnaval, el SMN anuncia nubosidad variable, una mínima de 24 grados y una máxima de 34. Recién el miércoles volverían las precipitaciones a la región, aunque el calor será una constante durante casi toda la semana.