Desde el Pami negaron que se haya despedido a empleados y que exista un “vaciamiento” de la obra social. Este miércoles, no había actividad en los policlínicos debido a un paro de los trabajadores afiliados a ATE. A las 10.30 estaba prevista una movilización en la intersección de las calles Sarmiento y Urquiza y desde allí dirigirse a la sede de la Unidad de Gestión Local IX.
En diálogo con A Diario (Radio2), la interventora Iris Caparrós de la Unidad de Gestión Local del Pami Rosario, confió en que su tarea es “garantizar las camas de los efectores” al tiempo que rechazó que se haya producido un “vaciamiento” de la obra social: “No tengo esa información a nivel central”, dijo. También descartó 17 despidos: “No tengo esa información”, repitió.
“Somos la administración y garantizamos que los afiliados sean atendidos y tengan una cama”, indicó y descartó que haya razones políticas detrás de las acciones de los trabajadores: “No evalúo la medida como algo personal ni política aunque siempre puede llegar a haber. Creo que los trabajadores tienen derecho a reclamar y yo tengo que garantizar la atención”, observó.
Desde ATE aseguran que desde el mes de enero del corriente año, tanto los policlínicos Pami I como Pami II han perdido unas 30.000 cápitas de atención, afiliados que han sido derivados a efectores privados.
De acuerdo a lo que expresaron en un comunicado de prensa, la reducción de afiliados en lo que va del año asciende a más de 20 mil, se han quitado camas disponibles y tampoco el número de enfermeros es suficiente. También reclamaron la realización de una paritaria laboral.
En diálogo con A Diario (Radio2), la interventora Iris Caparrós de la Unidad de Gestión Local del Pami Rosario, confió en que su tarea es “garantizar las camas de los efectores” al tiempo que rechazó que se haya producido un “vaciamiento” de la obra social: “No tengo esa información a nivel central”, dijo. También descartó 17 despidos: “No tengo esa información”, repitió.
“Somos la administración y garantizamos que los afiliados sean atendidos y tengan una cama”, indicó y descartó que haya razones políticas detrás de las acciones de los trabajadores: “No evalúo la medida como algo personal ni política aunque siempre puede llegar a haber. Creo que los trabajadores tienen derecho a reclamar y yo tengo que garantizar la atención”, observó.
Desde ATE aseguran que desde el mes de enero del corriente año, tanto los policlínicos Pami I como Pami II han perdido unas 30.000 cápitas de atención, afiliados que han sido derivados a efectores privados.
De acuerdo a lo que expresaron en un comunicado de prensa, la reducción de afiliados en lo que va del año asciende a más de 20 mil, se han quitado camas disponibles y tampoco el número de enfermeros es suficiente. También reclamaron la realización de una paritaria laboral.
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Iris Caparrós (Radio 2)