El gobierno británico está decidido a devaluar el papel oficial del príncipe Andrés como representante del comercio exterior a raíz de una serie de escándalos denunciados en la prensa británica.
Así lo aseguran hoy varios diarios, entre ellos The Guardian y The Daily Telegraph, según los cuales el gobierno está disgustado con la conducta del segundo hijo de Isabel II y se propone limitar sus responsabilidades, aunque sin apartarle totalmente del cargo.
El gobierno está preocupado, entre otras cosas, por las informaciones publicadas últimamente sobre los vínculos del príncipe con Jeffrey Epstein, financiero multimillonario estadounidense que estuvo condenado a la cárcel por proxenetismo de una menor.
La pasada semana, la prensa británica publicó una foto que mostraba al príncipe Andrés tomando de la cintura a Virginia Roberts, una chica de 17 años y que ha acusado a su vez a Epstein y a sus amigos de haberla explotado sexualmente.
Por otro lado, varios medios informan de que el citado multimillonario estadounidense ayudó a la ex mujer del príncipe Andrés, Sarah Ferguson, a pagar sus deudas.
Epstein entregó, según esas informaciones, 15.000 libras (17.700 euros) a un exayudante de Sarah Ferguson después de que el príncipe Andrés se lo pidiera para ayudar a su exmujer, fuertemente endeudada, a evitar la quiebra.
Por otra parte, según la prensa, tres meses antes de la caída del régimen tunecino, el príncipe Andrés agasajó con un banquete en el palacio de Buckingham a Sajer el Materi, yerno del depuesto presidente de ese país, Zin al Abidine ben Ali, con quien huyó de Túnez junto a otros familiares.
Al banquete en el palacio londinense asistieron más de una docena de ejecutivos de multinacionales británicas deseosos de hacer negocios en Túnez.
Fuentes gubernamentales dijeron al Daily Telegraph que varios políticos encargados de supervisar el papel del príncipe como representante del comercio exterior, entre ellos el ministro de Empresa, Vince Cable, le han denegado mientras tanto su apoyo.
Uno de los políticos dijo al periódico que se revisarán las responsabilidades del príncipe, aunque no se hará un anuncio oficial al respecto para no enojar a la reina o a la familia real.
En miembros del Gobierno cunde la opinión, dice ese diario conservador, de que la posición del príncipe Andrés, a quien se describe como "sin amigos" y cada vez más aislado, se vuelve cada día más insostenible.
Por el contrario, el ministro de Asuntos Exteriores, William Hague, le expresó este fin de semana su apoyo y dijo que había hecho "un buen trabajo" para el país.
A pesar de esas críticas, el Financial Times asegura hoy que el príncipe de York encabezará próximamente una visita comercial a Arabia Saudita, país identificado por el Gobierno como uno de los mercados potenciales más atractivos para las empresas británicas.
Así lo aseguran hoy varios diarios, entre ellos The Guardian y The Daily Telegraph, según los cuales el gobierno está disgustado con la conducta del segundo hijo de Isabel II y se propone limitar sus responsabilidades, aunque sin apartarle totalmente del cargo.
El gobierno está preocupado, entre otras cosas, por las informaciones publicadas últimamente sobre los vínculos del príncipe con Jeffrey Epstein, financiero multimillonario estadounidense que estuvo condenado a la cárcel por proxenetismo de una menor.
La pasada semana, la prensa británica publicó una foto que mostraba al príncipe Andrés tomando de la cintura a Virginia Roberts, una chica de 17 años y que ha acusado a su vez a Epstein y a sus amigos de haberla explotado sexualmente.
Por otro lado, varios medios informan de que el citado multimillonario estadounidense ayudó a la ex mujer del príncipe Andrés, Sarah Ferguson, a pagar sus deudas.
Epstein entregó, según esas informaciones, 15.000 libras (17.700 euros) a un exayudante de Sarah Ferguson después de que el príncipe Andrés se lo pidiera para ayudar a su exmujer, fuertemente endeudada, a evitar la quiebra.
Por otra parte, según la prensa, tres meses antes de la caída del régimen tunecino, el príncipe Andrés agasajó con un banquete en el palacio de Buckingham a Sajer el Materi, yerno del depuesto presidente de ese país, Zin al Abidine ben Ali, con quien huyó de Túnez junto a otros familiares.
Al banquete en el palacio londinense asistieron más de una docena de ejecutivos de multinacionales británicas deseosos de hacer negocios en Túnez.
Fuentes gubernamentales dijeron al Daily Telegraph que varios políticos encargados de supervisar el papel del príncipe como representante del comercio exterior, entre ellos el ministro de Empresa, Vince Cable, le han denegado mientras tanto su apoyo.
Uno de los políticos dijo al periódico que se revisarán las responsabilidades del príncipe, aunque no se hará un anuncio oficial al respecto para no enojar a la reina o a la familia real.
En miembros del Gobierno cunde la opinión, dice ese diario conservador, de que la posición del príncipe Andrés, a quien se describe como "sin amigos" y cada vez más aislado, se vuelve cada día más insostenible.
Por el contrario, el ministro de Asuntos Exteriores, William Hague, le expresó este fin de semana su apoyo y dijo que había hecho "un buen trabajo" para el país.
A pesar de esas críticas, el Financial Times asegura hoy que el príncipe de York encabezará próximamente una visita comercial a Arabia Saudita, país identificado por el Gobierno como uno de los mercados potenciales más atractivos para las empresas británicas.