Los vecinos del barrio Luis Agote, en la zona de la terminal de ómnibus de Rosario, tienen un largo historial de reclamos por hechos de inseguridad sin solución. Al mismo tiempo, la seccional 7ª, que tiene jurisdicción en la zona, está bajo la lupa desde hace un tiempo, sobre todo desde que quedó en el centro de la escena de la muerte del joven Franco Casco. Este domingo por la madrugada, delincuentes trabajaron con mucha tranquilidad en un local que está ubicado frente a la comisaría, en Caferatta al 300, y los efectivos ni se enteraron.
El periodista Daniel Amoroso charló este martes en De 12 a 14 (El Tres) con la propietaria del negocio robado y también con los integrantes de la vecinal del barrio Luis Agote, que no se cansan de denunciar los hechos delictivos que ocurren allí casi a diario.
Lucila, la joven que es titular de la tienda de ropa que fue asaltada, detalló que “el domingo a las 4 de la madrugada forzaron las cerraduras que tengo en la puerta; estuvieron más o menos unos 10 minutos haciendo ese trabajo”.
Hace poco más de un año, en agosto de 2017, también frente a esta seccional delincuentes entraron a una inmobiliaria, maniataron a los propietarios y se llevaron unos 100 mil pesos en efectivo.
La mujer indicó que “ingresaron al lugar y se llevaron ropa por más o menos 7 mil pesos”. Y agregó que “para nosotros, que somos emprendedores, nos arruina. No nos obliga a cerrar, pero sí a repensar en cómo seguir”.
“Pensé que al estar frente a la comisaría iba a tener seguridad. Si me pasa esto a mí, no quiero imaginar qué le puede pasar al resto de los vecinos”, dijo Lucila con preocupación.
La joven contó cómo fue el contacto con los policías luego del robo: “Hicimos la denuncia, me tomó la declaración el comisario. Me pidió disculpas, pero acá no hay disculpas que valgan”, comentó. “El comisario no me pudo explicar cómo robaron en frente de la comisaría, solo me dio excusas”, añadió la chica.
Las quejas de los habitantes del barrio hacia los efectivos de la comisaría 7ª no cesan: “Los móviles no pasan, los caminantes tampoco y en mi caso ni siquiera salieron a la puerta de la comisaría para ver qué estaba pasando”, relató la víctima del robo.