El ex secretario del desplazado juez Juan Galeano, Claudio Lifschitz relacionó a la Secretaría de Inteligencia (SI) con el fatal desenlace del fiscal Alberto Nisman. Al trabajar codo a codo con Galeano en la causa Amia, Lifschitz descubrió serias irregularidades en su accionar –que denunció oportunamente en el 2000– y contribuyó a que, cuatro años después, la causa regresara a foja cero y el magistrado fuera reemplazado.
Ahora, tras la muerte de Nisman, Lifschitz insistió en que la SI sigue detrás del caso, al menos cierto sector. En su opinión, fue la “cabeza de turco” de la Secretaría para tapar sus vínculos con el atentado.
En diálogo con el periodista Ciro Seisas, del programa A Diario (Radio 2), Lifschitz insistió en su denuncia de hace 15 años, que la propia SI tenía información del ataque a la mutual judía y que participó de su encubrimiento.
A su entender –con la colaboración del desplazado director de Contrainteligencia de la SI, Antonio Jaime Stiusso– “se mantenía al fiscal en una mentira, como tantas otras de la Side para encubrir su propia participación en el atentado”.
“Jamás se avanzó sobre estos personajes (de la ex Side) por el poder que tienen”, agregó Lifschitz y aventuró así dos hipótesis sobre el final de Nisman: “Si fue un suicidio, fue inducido y si no, colocaron al fiscal en una situación sin salida, tal vez para cuidar a su familia”.
Lifschitz reconoció que, aunque fuertes, tales posibilidades no lo sorprenderían, mucho menos viniendo de los mismos actores que en su momento “no tuvieron ningún reparo en un atentado que dejó 85 muertos, más todo lo posterior”.
Según publicó La Nación, la línea de investigación que seguían Stiusso, y por ende Nisman, consistía en culpar a Irán y habría sido promovida desde Washington. Por ello, el memo de entendimiento firmado con Irán habría sacudido la investigación al poner en duda todo lo actuado hasta entonces. Luego llegó el desplazamiento de Stiusso, que formaba parte de la cúpula de la ex Side, y entonces Nisman se quedó sin su principal guía e informante.
Para Lifschitz, en un momento dado el fiscal se dio cuenta que era utilizado por la propia SI, que la información que tenía “no poseía ningún tipo de fundamentación jurídica y vuelve de sus vacaciones de forma intempestiva”.
“Era la cabeza de turco, le dan información que es engañosa, que no tiene sustento jurídico porque está manipulada, viciada. Calculo que habrá estado en una presión muy grande”, opinó.
Finalmente, celebró la orden de la presidenta Cristina Fernández de mandar a desclasificar la información solicitada por Nisman, pero puso en duda que la SI revele todos los documentos. “Van a mostrar lo que quieren mostrar”, sostuvo.
Claudio Lifschitz (Radio 2)
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