La recaptura de Carlos D´Angelo este miércoles, tras huir de un colectivo del Servicio Penitenciario en la autopista Rosario-Buenos Aires, trajo alivio a Gabriela Giménez y su familia. Uno de los homicidas de su hermano Edgardo, el comerciante de Granadero Baigorria asesinado en un asalto en 2014, volvió tras las rejas y con ello, les devolvió algo de paz. Sin embargo, a pesar de agradecer el accionar de las autoridades del Ejecutivo y el Poder Judicial provinciales, lamentó esta situación que le generó desconfianza en las instituciones y los obligó como familiares a volver a estar en la calle para pedir justicia. Escribió una carta que distribuyó en los medios de comunicación en la que expresa sus sentimientos más profundos.
“Lo mataste por la espalda...por nada ..para vos una vida no vale nada, para nosotros era nuestra vida, destrozaste tres familias, enfermaste a sus seres queridos, nos metiste en la PEOR PESADILLA QUE PUEDE ATRAVESAR UNA FAMILIA, todo por nada, por afán de ganar rápido lo que a una persona decente le lleva horas de trabajo, vos arrebataste la vida de una persona que tenía un futuro, sueños, familia, UNA VIDA...
Y en nosotros, la familia, despertaste un mounstro que no sabíamos que existía, despertaste odio, resentimiento, y el poder de los sentires
Sabemos vos y los que mataron con vos, NO ESTAN SOLOS, NOSOTROS LOS VAMOS A ACOMPAÑAR PARA QUE PASEN CADA UNO DE SUS DÍAS DONDE DEBEN ESTAR...EN LA CÁRCEL...
Hermano seguí descansando en PAZ...”, fue uno de los mensajes que compartió. En otro, le agradeció un “trabajo impecable y sin fisuras” a la fiscal Georgina Pairola, a la Policía de Investigaciones (PDI), a la Fuerza Federal de Seguridad e inteligencia de la Provincia de Buenos Aires, y también al periodismo.
En diálogo con el programa de Roberto Caferra (Radiópolis, Radio 2), Gabriela reafirmó lo expresado en las cartas. “Una siente que cuando ya atravesaste un proceso como familiar de víctima, después de sufrir el golpe sentir que a los 6 meses está el responsable en la calle, te despierta el monstruo que no sabíamos que tenían adentro”, dijo.
“Tener que trabajar con el dolor y encima tener que cargarte el caso al hombro es mucho, dejás de confiar en las instituciones”, sostuvo y agregó: “De repente tuvimos que sacar otra vez las remeras y los carteles, empezar de nuevo con esa lucha te duele y te expone y una no quiere eso”.
Finalmente, insistió en relación a la fuga de presos entre los que estaba uno de los autores del crimen de su hermano: “No fue por casualidad, no existe esa posibilidad y nos da mucha bronca”.