El gobernador Miguel Lifschitz sostuvo que la interrupción de un embarazo puede interpretarse como “un problema de salud”, “social” o de “conciencia” pero “de ninguna manera puede ser un tema penal”.
Asimismo, aseguró que "si se pudiera, estaría a favor de legalizar el aborto" en la provincia para "no castigar con abortos mal hechos a las mujeres pobres".
"Cuando una mujer decide interrumpir su embarazo en las primeras semanas, o en los primeros meses, podemos decir que es un problema de salud, humano, social, o para muchos de conciencia, pero de ninguna manera un aborto puede ser un tema penal", dijo el gobernador a radio Mitre, en declaraciones que reproduce la agencia Télam.
Consideró que con la situación legal que tiene hoy el aborto "no logró que haya menos abortos", y afirmó que "no se puede castigar a las mujeres pobres con un aborto mal hecho, o realizado en condiciones sanitarias precarias".
En el caso específico de Santa Fe, señaló que la provincia cuenta con un protocolo que aplica y que les permitió reducir la situación de abortos en la provincia, pero remarcó que lo importante es "impedir que las mujeres lleguen a ese punto" a través de la "prevención".
"Si de verdad queremos reducir cantidad de abortos que se realizan, no es un tema de prohibición sino de educación, de impartir educación sexual y reproductiva", dijo.