Una mujer que le pidió a su médico que le ligara las trompas de falopio se topó con un requisito insólito. En el formulario, le solicitaban el consentimiento de un varón, pese a que ella en todos lados figuraba como soltera.
Según publicó TN, el episodio sucedió el año pasado en Puerto Madryn cuando la periodista y docente Luciana Grandón fue al consultorio de su ginecólogo porque quería someterse al procedimiento para no tener más hijos. Tiene dos, de 14 y 17 años, y decidió que no deseaba tener un tercero. Además, según contó, durante sus partos sufrió complicaciones y “no quería correr más riesgos ni seguir tomando pastillas”.
"Cuando vi el requerimiento de la firma del varón en el formulario, fui a encarar al médico. Incluso me acuerdo de que golpeé la mesa. Él estuvo de acuerdo en que no correspondía pedir esa firma porque la ley no lo decía. Me dijo que entregara el formulario solamente con su firma y con la mía", recordó.
Sin embargo, cuando fue a hacer el trámite le advirtieron que sin la firma del varón podrían rebotarle la documentación y no cubrirle la cirugía; así que adjuntó el formulario con una carta en la que detallaba la ley nacional 26.130 promulgada en 2016 que autoriza a toda persona mayor de edad a acceder a intervenciones quirúrgicas anticonceptivas en los servicios del sistema de salud.
"Madryn es un pueblo chico y hubo gente que se molestó. Pero yo no quería perjudicar a nadie. Solamente quería dejar en claro un derecho. Además, yo figuro como soltera en todos lados . ¿Qué pasa si una no tiene un hombre que la respalde?", observó.