El rescate de las mujeres atrapadas en el Ford Escort bajo un acoplado de un camión que volcó sobre Circunvalación fue de los más difíciles protagonizados por los Bomberos Zapadores de Rosario y obligó a tomar tres decisiones urgentes, vitales.
Según contó Andrés Lastorta, titular de ese cuerpo en La primera de la tarde (Radio 2), el operativo de una hora y media de extensión debió sortear una serie de complicaciones poco habituales.
“Hemos tenido muchísimos rescates difíciles y este fue bastante complicado porque corríamos el riesgo con la gente que estaba trabajando para sacar a las víctimas, mientras ellas hablaban porque estaba concientes”, dijo.
Lastorta recalcó que “lo primordial era sacarlas” en buen estado de salud, algo que se cumplió. “Fue necesario utilizar todo lo que teníamos a mano para poder levantar y sostener el acoplado y hasta participó una grúa de gran porte”, continuó.
Sin embargo, a poco de empezar a trabajar se toparon con un primer desafío. “Para levantar el acoplado teníamos la complicación de que había unos tambores (en el interior y volcados) con jugo de limón congelado. En ese momento uno tiene que tomar la decisión de cómo trabajar”, señaló.
El jefe de los Bomberos Zapadores afirmó que decidieron “liberar la carga” del interior pero “no podíamos abrir la puerta de atrás porque un vehículo chocado nos lo impedía”.
Mientras el tiempo corría y las dos mujeres suplicaban por auxilio -madre e hija de unos 50 y 30 años-, “corríamos el riesgo que se desfonde uno de los laterales que estaba sobre una de las víctimas”, siguió Lastorta.
“Las decisiones uno las tiene que tomar en ese momento pase lo que pase. Queríamos que las víctimas no sufran más de lo que estaban sufriendo. Una de las chicas tenía la cabeza aplastada y cada movimiento era difícil pero pudimos sacar a las víctimas debajo del camión”, completó.
En el medio de esos pasos (asistir a las mujeres atrapadas, sostener el acoplado, buscar ingresar para retirar la carga para después levantar la estructura), hubo un agravante emocional.
La más joven de las mujeres accidentadas (Yoana) es una oficial de la Policía Comunitaria (hija de Alejandra, la otra víctima) y los Bomberos Zapadores es un cuerpo de la fuerza provincial. Por eso, Lastorta contó: “Tratábamos de calmar a los compañeros de la chica presentes en el lugar, que es una empleada policial”.
Según dijo el jefe de los zapadores, a las 15 de este miércoles, seguían los trabajos en el lugar del accidente, Circunvalación y Arijón, sobre el contenedor volcado. A esa hora, se había liberado un carril de la avenida.
Por otro lado, Alejandra y su hija Yoana fueron internadas en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) pasado el mediodía y estaban en buen estado.
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