La violencia sexual tiene características propias en Rosario que se pueden definir y conocer a través de los casos en “blanco”. Es decir, aquellos denunciados formalmente ante la Unidad Fiscal Especial de Delitos Sexuales de Rosario. Este lunes se conoció un supuesto caso protagonizado por un maestro de lengua de la escuela 1.202 Gendarmería Nacional, del barrio San Francisquito (zona sudoeste de Rosario) contra una alumna de apenas 10 años. Rosario3.com reconstruyó un mapa de los delitos sexuales en la ciudad de la mano del fiscal Matías Ocariz, quien advirtió que son los niños y adolescentes quienes más sufren abusos en la ciudad, de acuerdo a las denuncias presentadas ante la Justicia en 2016. En segundo lugar, las mujeres. Ambas situaciones suelen producirse puertas adentro de sus hogares y son perpetrados, en gran parte por personas cercanas o conocidas. Estas tendencias se mantienen en lo que va de 2017.
El 8 de abril pasado, en Gualeguay, fue encontrado el cuerpo de Micaela García. La chica fue violada y asesinada a la salida de un boliche y aún se investiga con quién cometió el hecho el autor confeso, Sebastián Wagner. Tres meses antes, una mujer de 29 años fue salvajemente violada por un vecino en Villa Banana de Rosario. El acusado, quien finalmente fue detenido, aprovechó cuando Andrea entraba a su vivienda en la madrugada, la asaltó y la atacó sexualmente al tiempo que la cortó con un cuchillo en varias partes del cuerpo. Su hijo y su sobrino estaban en la casa y también sufrieron golpes y amenazas de parte del agresor.
A pesar de la brutalidad del caso, en Rosario las mujeres no encabezan las cifras de víctimas de violaciones o ataques sexuales sino que son los chicos y chicas menores de edad. Tampoco es frecuente que estos delitos se cometan en la calle ni que los autores sean desconocidos. Todo lo contrario.
De los denominados delitos sexuales contemplados en el Código Penal, los más frecuentes en Rosario son los abusos sexuales. “Claramente la gran mayoría de nuestro trabajo es por abuso infantil cometido por alguien de la familia o algún conocido de la familia. Son la gran mayoría de las investigaciones que llevamos adelante y también la mayoría de las condenas es por esta conducta delictiva”, señaló el fiscal, quien precisó: “El año pasado recibimos 1.066 denuncias por delitos sexuales y en un 60 por ciento fue contra niños y adolescentes”. Fuentes del Ministerio Público de la Acusacion (MPA) confirmaron que la tendencia se mantiene este año. Entre enero y abril se presentaron unas 280 denuncias de las cuales, gran parte de las víctimas son menores de edad y en un 95 por ciento los casos se enmarcan en relaciones intrafamiliares.
Ocariz indicó que con el nuevo sistema procesal penal llega un promedio de 2,2 a 2,5 denuncias por día a la unidad, número que crece a 2,9 durante el verano. “Un dato relevante es que con el sistema conclusional teníamos un promedio diario 1,4 de denuncias por día por lo que subió más que el doble. Entendemos que está relacionado a la calidad de respuestas que podemos brindar. Antes los jueces y fiscales tenían todas las materias y este delito era dejado de lado por su dificultad en lo probatorio”, observó.
Con los niños sí
Los casos de abuso sexual infantil reúnen algunas generalidades, más allá de lo particular de cada situación. “Son casos muy complejos, suelen ser crónicos, en familias en donde el silencio logró al abusador establecerse. Son difíciles de desentrañar y a partir de la denuncia se generan consecuencias negativas en la familia, se despiertan sentimientos de culpa en la víctima, la familia puede pasar a sufrir necesidades económicas si el abusador es el padre. Hay mucha culpa que muchas veces termina en detracción, la víctima nos viene decir que era mentira, que no quiere seguir adelante o cuando se le hace la cámara Gessel no nos brinda la información que necesitamos”, explicó el funcionario.
En los barrios donde ocurren suele cerrarse un pacto de silencio. “Los abusadores muchas veces gozan en el barrio de buen concepto, los vecinos suelen declarar a su favor. Que es trabajador, que es imposible que le pueda a hacer esto a su hija, etc. Muchas veces la Defensa recurre a estos testigos y a veces, aunque es una estrategia cada vez menos eficaz, trata de ensuciar a la víctima”, sostuvo.
Con las mujeres también
En relación a los abusos denunciados por personas mayores de edad, las mujeres son la gran mayoría. Estas conductas pueden concretarse en la vía pública y ser cometidas por extraños, tal cual los casos de Villa Banana o el paradigmático de Micaela García. Sin embargo, “no es lo más común” en Rosario. Las denuncias investigadas por el MPA determinan que suelen ocurrir en el marco de parejas establecidas desde hace muchos años.
“Tenemos pocos casos, lo ocurrido en enero en Villa Banana o el año pasado en el parque Alem. Algunos casos son abusos simples en la vía pública pero no es lo usual. En Rosario, lo que nos marca el norte son los abusos intrafamiliares y en la mayoría de los casos son infantiles”, reiteró.
Mejor que antes
A pesar del sostenido número de denuncias de violencia sexual, Ocariz advirtió que hay cambios positivos que permiten mejorar la investigación. Confirmó que existe más conciencia al respecto: “Ahí está el incremento de las denuncias. Los medios de comunicación ayudan y tanto el gobierno provincial y también el nacional han encarado el tema con energía abriendo oficinas específicas”, observó. Para el fiscal, la respuesta brindada desde su repartición también es un factor a tener en cuenta: “En 2016 esta unidad permitió 49 condenas más la apertura de 6 procesos abreviados a la espera de condena. Tenemos un nivel de respuesta superior a otras provincias y también a la media mundial. Hay una respuesta mayor”, remarcó.
“Se está revirtiendo el tema de los estereotipos, la información de la víctima dejó de ser irrelevante. Pensemos que antes andar en minifalda te podía convertir en culpable de un abuso. Hoy eso se está revirtiendo, se está tomando conciencia a través de un trabajo especializado, los jueces toman conciencia también es eso y la calidad de respuesta en mejor”, añadió al respecto.
Denunciar
Ser víctima o saber de la existencia de un posible abuso sexual debe ser denunciado sin excepciones. “Hoy hay un fiscal con el teléfono abierto las 24 horas. Cualquier dependencia donde la denuncia es radicada le da aviso al funcionario que interviene inmediatamente”, explicó.
Según precisó, se puede dar aviso en comisarías, en los Centros de Atención Primaria (Caps) o bien en la misma oficina de la unidad, ubicada en Montevideo 1683, que cuenta con 6 fiscales que rotan en turnos.