La Comisión de Género del centro de Estudiantes del Complejo Dr. Francisco Gurruchaga realizó una impactante intervención artística, en el marco del cuarto #NiUnaMenos, que se conmemoró el domingo 3 de junio pasado.
Con una movida teatral, un grupo de adolescentes de la secundaria irrumpió en el patio de la escuela, mientras otro iba por los salones convocando a todos a salir y ver lo que allí pasaba.
Sobre cada una de las mesas donde en los recreos comparten charlas y meriendas, había una joven tendida que simulaba estar muerta, con parte de su cuerpo envuelto en una bolsa de consorcio y presuntos hematomas y heridas maquilladas. Al costado de cada una de ellas, un cartel daba cuenta de algunas de las frases con que parte de la sociedad condena a las mujeres asesinadas en situaciones de violencia de género: “Qué hacía sola a esa hora”. “¿Y cómo iba vestida?”. “Seguro estaba provocando”.
Mientras tanto, un relato iba poniéndole nombre a esas mujeres asesinadas: Ángeles Rawson, Lola Chomnalez, y tantas otras que no pueden contar su historia en primera persona por decisión de su victimario.
Después, abrieron una caja con la consigna “Cuéntalo”, en la que durante toda la semana alumnas de la misma escuela fueron depositando de forma anónima, testimonios propios de situaciones de acoso, acoso, misoginia, homofobia y discriminación (en definitiva, distintas formas de la violencia) de las que fueron víctimas fuera y dentro de la escuela.
La intervención desató –además de un debate posterior para intercambiar sentimientos y opiniones sobre la experiencia– el compromiso de la directora de la escuela de leer en detalle los testimonios aportados, sobre todo aquellos que señalan a algunos varones con conductas cuestionables, a fin de trabajarlos con los dispositivos previstos por el Ministerio de Educación.