Ningún producto de origen animal. Eso exige un vegano. Y esa exigencia, se ve, hartó a la chef de restaurante italiano de Inglaterra, que deslizó que había quebrado el código acordado con una clienta y que después de eso tuvo que pedir disculpas públicas, recibió amenazas de muerte y renunció a su trabajo.
Laura Goodman, cocinera del restaurante de comida italiana Carlini, ubicado en Shropshire (Inglaterra), ventiló en Facebook su molestia con los comensales.
“Una crítica cliente vegana (para quien estuve trabajando todo el día) acaba de irse a dormir pensando que sigue siendo vegana”, se regodeó Goodman en su cuenta personal, dando a entender que había incluido en su comida un producto de origen animal.
Es más, luego amplió que no era sólo “ella” sino “ellos” los que, sin saberlo, habían ingerido los alimentos “prohibidos” en su dieta.
La publicación no tardó en viralizarse, y generó indignación en general y muy especialmente entre los veganos.
Goodman pidió disculpas públicas, pero la situación ya había escalado. No solo llegaron quejas a las autoridades locales y la página de Facebook se inundó de críticas negativas: la mujer también reportó a la policía que había sido amenazada de muerte.
Su novio, Michael Gale, intentó explicar que en realidad la cocinera no había alterado las comidas, al señalar que había tenido un mal día y que había bebido de más. “Fue una frase estúpida en un grupo cerrado. Está arrepentida”, indicó.
“Ella pasó mucho tiempo diseñando un menú especial vegano para un evento, pero luego eligieron algo que ya estaba en el menú, e incluso una pizza con queso, que no es vegana. A eso se refería, y no es excusa para sus comentarios. Queremos asegurar que no se usó carne para los platos y fueron realizados con altos estándares de calidad”, agregó. Y dijo que él también ha recibido amenazas de muerte.