Tras conocerse el caso de un padre que golpeó al hombre que acosó a su hija por internet, volvió a instalarse el miedo por el grooming. Desde la ONG Grooming Argentina insistieron en la importancia del control adulto.
“Dejar a un chico solo en la red social es lo mismo que dejarlo solo a las diez de la noche en una plaza”, advirtió Hernán Navarro, titular de Grooming Argentina, en contacto con los periodistas Ciro Seisas y Hernán Funes del programa A Diario (Radio 2).
Grooming se llama al ciber acoso sexual infantil y está penado por la legislación argentina. El groomer es el acosador que generalmente contacta a sus víctimas a través de las redes sociales y se hace pasar por un niño o adolescente de su misma edad para ganar su confianza. Luego les pide fotos de contenido erótico y si las consigue puede incluso usarlas para amenazar a su víctima para perpetuar el acoso. También puede, a través de la red social, engañar a su víctima y propiciar un encuentro.
Por eso, para Navarro es tan importante la presencia de los adultos pero en la propia red social. No basta ya con tener la computadora fuera de la habitación del niño –hoy en día con los celulares y las tablets, los chicos tienen acceso las 24 horas a internet– sino con monitorear qué es lo que hacen los niños en la red: de quién son amigos, a quiénes siguen y quiénes les piden amistad.
“Sentimos que los chicos son huérfanos digitales, el adulto tiene una falsa percepción del control de los chicos, piensan que por tenerlo al lado físicamente en casa está monitoreado pero en realidad está solo”, señaló.
Incluso, llamó la atención, la primera pregunta que tienen que hacerse los adultos es si conviene o no darles un celular a los chicos.