Familiares y amigos de la niña de 7 años que falleció este miércoles por la noche, aparentemente a causa de un accidente doméstico, rompieron las instalaciones de la guardia del Hospital de Niños Zona Norte, donde intentaron, sin éxito, reanimarla, según explicaron desde el gremio médico. El episodio pone en evidencia, una vez más, la necesidad de mejorar las medidas de seguridad en los centros de salud.
En diálogo con el periodista Gustavo Poles (Radio 2), la secretaria gremial del Sindicato médico AMRA, Sandra Maiorana, describió la situación vivida este miércoles por la noche en la sala de guardia.
“Repudiamos este hecho de violencia que era absolutamente innecesario, ya que no hubo causa para semejante episodio violento, más allá de la angustia de los familiares del paciente que fue llevado al hospital sin signos de vida”, señaló la profesional y explicó que un grupo de gente se metió en el ascensor y rompió todo lo que encontraba.
“Tenemos que rever el tema de seguridad en el hospital, coordinar para que el 911 mande móviles de forma inmediata, ya que una sola policía no puede contener a tanta gente y además, hay que rever la parte edilicia porque no puede ser que quien quiera acceda al sector de internación y rompa todo lo que se lo ocurra”, dijo la dirigente.
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