A los 117 años, murió hoy la italiana Emma Morano, considerada la persona más anciana del mundo y la última en nacer en el siglo XIX, cuya existencia atravesó tres siglos, dos guerras mundiales y más de 90 gobiernos italianos.
Fiel a una dieta de dos huevos crudos diarios, Morano "alcanzó una línea de meta increíble", reivindicó Silvia Marchionini, alcaldesa de la localidad de Verbania.
En esa localidad del norte de Italia era donde vivía Morano, junto al Lago Maggiore.
La mujer nació el 29 de noviembre de 1899, cuatro años antes de que los hermanos Wright realizaran el primer vuelo de un aparato con motor. Trabajó en una fábrica hasta los 65 años.
Sobrevivió a sus ocho hermanos, incluido uno que falleció con 102 años. Su médico, Carlo Bava, había contado que "comía tres huevos al día: dos crudos y uno frito. Nunca comió mucha fruta o verdura".