Con el fin de reforzar el sistema de aprobación de pesticidas de la Unión Europea, el Parlamento del viejo continente solicitó una revisión sistemática de todos los estudios sobre el riesgo cancerígeno del herbicida glifosato, cada vez más cuestionado en todo el mundo.
A través de una resolución no vinculante aprobada por mayoría absoluta, los eurodiputados también reclamaron que se ponga fin "sin demora ni excepción" al uso de plaguicidas en grandes extensiones próximas a escuelas, guarderías, parques, hospitales, clínicas de maternidad y residencias, algo que está en plena discusión a nivel local.
Al mismo tiempo, defendieron un sistema de vigilancia posterior a la comercialización para evaluar los efectos de los productos fitosanitarios en la salud humana y animal y el medio ambiente, también a largo plazo, según consignó 20 Minutos. También se exigió un estudio epidemiológico para medir el impacto de los pesticidas en la salud humana, y se puso un tope al nivel de residuos para los suelos y las aguas superficiales.
Por otro lado, se pidió garantizar el acceso público a los estudios utilizados en el proceso de autorización, así como a todos los datos e información de apoyo referentes a las solicitudes de aprobación.
La nueva normativa salió a la luz a nueve años de la adopción del reglamento europeo sobre la comercialización de productos fitosanitarios, y tras la controversia generada por la renovación de la autorización del glifosato en diciembre de 2017 por cinco años más.