Este 2017, la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana tuvo que desalojar, cada cuatro días, a personas que se habían instalado en el espacio público. En total fueron unas 90 intervenciones en distintos puntos de la ciudad. En muchos casos, se trata de instalaciones precarias que generan contextos inseguros para el barrio. Cómo se actuó en materia de venta ambulante y ocupación de acera.

Según informaron desde la secretaría que ahora conduce Guillermo Turrín, este año se realizó un promedio de una liberación de un espacio público cada 4 días. Se trata de casos en los que personas invaden lugares de uso común para su provecho personal en contra del principio de libertad de circulación y permanencia en ese tipo de predios. Con el mismo sentido, se efectuaron múltiples acciones sobre la venta ambulante y la ocupación de veredas, en concreto, se llevaron adelante 563 intervenciones en venta ambulante, 69 retiros de pasacalles y 1.698 liberaciones de aceras o veredas.

Turrín explicó que en la mayoría de los casos se procede a raíz de denuncias presentadas por vecinos y también por disposición judicial.

En general, las intervenciones ejecutadas obedecen a la instalación de casillas o construcciones precarias en zonas de uso común que dificultan la circulación e incluso generan problemas de convivencia.

“El desarrollo de conductas distanciadas de las normas promueven contextos de inseguridad para quienes sí deciden vivir en armonía con la ley”, advirtió Turrín y señaló: “Nuestras acciones de liberación de terrenos tomados responden a la necesidad de generar entornos habitables para todos, donde primen las buenas costumbres, la solidaridad y sobre todo la libertad individual de disponer de la ciudad en su conjunto”.

Una situación concreta tuvo lugar en noviembre pasado cuando personal de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana tiró abajo una construcción precaria que los vecinos denunciaron que funcionaba como "aguantadero", en inmediaciones de Ayacucho entre 27 de Febrero y Gálvez. Según los vecinos, allí se juntaban personas que solían tomar alcohol, incluso mujeres aseguraron que les gritaban obscenidades al pasar. En consecuencia, se procedió a tirar abajo la casilla y de esta forma recuperar el espacio público para el barrio.

Procedimientos integrales

Los operativos que se desarrollan a fin de recuperar espacios invadidos requieren la participación de otras áreas municipales y de la Unidad Regional II de la Policía de Santa Fe. En febrero pasado, a modo de ejemplo, se concretó un extenso procedimiento en Raúl Alfonsín al 2800, Sánchez Granel al 2900 y Ovidio Lagos al 140 bis a fin de concluir con situaciones de irregularidad en cuanto a la ocupación del espacio público. En el primer caso se trataba de una cabina abandonada por parte de hombres y mujeres entorno a la que vecinos del lugar hicieron varias presentaciones para denunciar conflictos, maltrato e incluso robos. Tras ordenarse el desalojo de la casilla, acción que las personas cumplieron ordenadamente, se procedió al derrumbe de la construcción, quedando en el predio libre para la circulación de todos.

En tanto, en Sánchez Granel al 2900 (zona norte) una especie de casilla era usada como supuesto carrito de comidas. Tras denuncias presentadas por vecinos, se constató la venta de alcohol y además, se conoció que algunas personas estaban instaladas en el lugar. También se comprobó que rompieron parte de la vereda para ejecutar una conexión de agua, complicando el paso de peatones, y que mantenían una conexión clandestina al sistema eléctrico. Finalmente, en la última acción, se retiró un kiosco de revistas abandonado, sumando accesibilidad a la zona.

Costa central

En julio se desmanteló una construcción irregular asentada en la barranca de la costa central, entre las calles Italia y España. En esta ocasión, se desarmaron bancos, parrilleros y se devolvieron chapas pertenecientes al club de pesca lindante. Una semana antes, se había llevado adelante la primera de las intervenciones, en la zona de Oroño y el río donde fueron desmanteladas tres casillas. Allí se encontró elementos pertenecientes a una obra pública y objetos cortantes además de una moto en estado de desguace.