Hace pocos días, el Procurador General de la Nación recurrió a la Suprema Corte Nacional para que dé visto bueno a la instalación de esta codena en el territorio de la provincia de Buenos Aires, cuya legislación vigente, lo prohíbe.
Es de responsabilidad de cada ciudadano, hacer el intento de entender. Entender cómo se mueven a nuestro alrededor los sujetos sociales. Entender es, entre otras cosas, encaminar nuestras acciones hacia aquello que represente la defensa de nuestros derechos y el cumplimiento inexcusable de nuestra responsabilidad, teniendo en cuenta que compartimos el medio ambiente y los recursos con nuestros conciudadanos; que el medio debe ser preservado; siendo ciudadanos que usamos racionalmente los recursos, transformándonos en consumidores responsables.
Entender significa que, como ciudadanos, debemos estar atentos a ciertas sutilezas que pueden transformarse en verdaderos escollos para nuestras realizaciones.
Los Colegios Farmacéuticos de las provincias advierten sobre este intento, alertando que el modelo sanitario de atención farmacéutica está en peligro, lo que significaría un deterioro sobre la atención de la salud de la comunidad.
“La farmacia es un punto sanitario que se ensambla en la atención de la salud de la población”, explica a Rosario3.com, Cándido Santa Cruz, Presidente del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de Santa Fe, 2da Circunscripción, y afirma: “en cada farmacia es el farmacéutico el responsable, dentro de este modelo sanitario, de dispensar el medicamento, que es un bien social; además de asesorar a sus pacientes-clientes; por eso sostenemos que la farmacia forma parte, como punto sanitario, de la salud pública; y tiene a su frente a profesional capacitado que responde ante cualquier situación”.
- ¿La farmacia, dentro del modelo sanitario al cual usted hace referencia, Santa Cruz, a qué otras normas debe adecuarse?
- En la provincia tenemos una oficina de Inspección de Farmacias que es la autoridad que habilita el espacio y la ubicación geográfica de la farmacia y el modo cómo el farmacéutico debe dispensar el medicamento. Es decir, un respaldo para que la población acceda con su medicamento al tratamiento prescripto por un médico para atender al restablecimiento de su salud.
La farmacia, como un espacio sanitario, debe cumplir con las normativas sanitarias provinciales y adecuarse a los controles a los que es sometida.
Este modelo sanitario hace que en las ciudades estén geográficamente distribuidas las farmacias organizadas en guardias para que en ningún momento la población quede huérfana de atención farmacéutica.
Este modelo difiere diametralmente de otro que sólo ve en la farmacia un punto de venta según el modelo de la oferta y la demanda.
- ¿Por qué dicen ustedes que este modelo que ha demostrado ser seguro y eficiente, está en peligro?
- Queremos dejar en claro que nuestra institución no está en contra de nada; ni nos preocupa la competencia comercial; sólo bregamos para que se cumpla la ley provincial y se respete el modelo sanitario de atención farmacéutica que redunda en beneficio del paciente y de la salud pública.
Nuestro país es una república federal; con autonomías provinciales. Nuestra ley provincial vela para que la atención farmacéutico se cumpla dentro del modelo sanitario que trata al medicamento como un bien social no como una mercancía sujeta a los vaivenes de la oferta y la demanda. Por esta razón prohíben a las sociedades anónimas instalar un modelo mercantil para la dispensación del medicamento, en un mismo local donde se ofrecen artículos que nada tienen que ver con el cuidado de la salud.
- ¿El responsable es siempre el profesional farmacéutico titular de la farmacia?
- Es lo que garantiza el cumplimiento de los requisitos que la ley establece para una farmacia dentro del modelo sanitario que fue diseñado hace tiempo. La farmacia como punto sanitario atendido por un profesional que se hace responsable de la atención y la dispensa de medicamentos cumpliendo su papel dentro del sistema de trazabilidad del medicamento, sistema por el cual se puede hacer un seguimiento específico de cada caja de medicamentos, individualizando a quién se lo dispensaron, quién lo prescribió y quien lo ha retirado de la farmacia.
Todas estas cuestiones son irrelevantes en una sociedad anónima que solo busca tener puntos de venta para desarrollarlo con un criterio mercantil. Un modelo con orientación meramente mercantil, sujeto a la ley de la oferta y la demanda, que olvida que el medicamento es un bien social.